La Maqueta de La Habana Vieja
Ángela Soto Cobián
Colaboradora de Rebelde
20 de Octubre de 2008, 10:00 a.m.
LA HABANA, CUBA.- Tomando los datos del libro “La Habana, Magia de mi Ciudad”, de la periodista Carmen R. Alfonso Hernández, nos adentramos esta semana en La maqueta de La Habana Vieja.
Analizando las principales obras situadas en el anillo de las antiguas murallas, como el Palacio de Balboa (1871), el Palacio Villalba (1872), el hotel Pasaje (1876), el mercado Colón y las fábricas de tabaco, manifiesta que se caracterizan por su volumen, la sobriedad decorativa de sus fachadas compuestas con detalles clásicos canónigos asumidos del renacimiento italiano, y los amplios portales continuos a lo largo de las calles, adecuados a la normativa fijada que acentuaba el valor del intercambio social de las principales vías de circulación.
Al observar estos portales y estas columnas, recuerdo las palabras de Alejo Carpentier en su obra “La ciudad de las columnas”.”No hace falta recordar que aquí en la Habana podría un transeúnte salir del ámbito de las fortalezas del puerto y andar hasta las afueras de la ciudad, atravesando todo el centro de la población, recorriendo las antiguas Calzadas del Monte o de la Reina, siguiendo una misma y renovada columnata, en la que todos los estilos de la columna aparecen representados, conjugados o mestizados hasta el infinito”.
Y como creo que éstos datos pueden seguir interesando a mis “ciberlectores”, les propongo continuar en próximos días… ¡nos leemos! |