|  Minoska Cadalso NavarroCorresponsal de Radio Rebelde
 Perico, el burro de Santa Clara 28 de Abril de 2009, 9:55 a.m.
 Villa  Clara, Cuba.- Sin dudas fue el Burro Perico el más popular personaje de la  ciudad de Santa Clara.
 Fue comprado por el dueño de una botellería que existía hace más de 70 años en  la actual Calle de San Cristóbal, con la finalidad de utilizarlo como animal de  tiro para un carretón.
 Con  él, su antiguo dueño recorría la ciudad, comprando botellas vacías. Luego tiró  de un carro de helados y después, otro dedicado a la venta ambulante de  artículos de ferretería y otras mercaderías.  De  esa forma, Perico aprendió a andar y desandar todas las calles de Santa Clara,  y cuando llegó a viejo, que fue exonerado del trabajo, siguió realizando por  cuenta propia sus habituales recorridos, tocando levemente con su hocico las  puertas de las casas.  Durante  esas caminatas, los encariñados vecinos de la Villa de Santa Clara le  obsequiaban siempre algún alimento, fundamentalmente pan, su plato preferido,  mientras los niños acariciaban al noble animal.   Así, Perico se convirtió en una figura tan querida y popular, que llegó  incluso a presidir los desfiles de inauguración de los carnavales  santaclareños.  Muchas anécdotas dejó a su paso Cuentan  que un buen día se acercó al césped del céntrico Parque Vidal y un policía lo  agredió a bastonazos. Ante  esa situación los estudiantes del entonces Instituto de Segunda Enseñanza  salieron indignados a insultar al representante de la ley, que más burro que el  propio burro, quería llevarse a Perico preso.  Al  popular burrito se le prohibió desde ese momento pasar por áreas aledañas al  Parque Vidal, la principal Plaza de la ciudad.  Pero  quizás por hábito, o preferencia, Perico prefirió burlar esa prohibición, y con  sumo ingenio, aprendió a evadir los cuerpos de acción policial.  Cuando  llegaba a la Calle de Marta Abreu, en la esquina del Teatro "La  Caridad", miraba cuidadosamente hacia uno y otro lado. Si había un  policía, daba la vuelta o doblaba y salía por otra calle. Mucho  antes que el reciente conocido Burro de Mayabe, de Holguín, ya Perico tomaba  cerveza. En una de esas oportunidades, haciendo propaganda a una firma  comercial, tomó tanta cerveza que salió prácticamente ebrio a la calle.  Sin  grandes consecuencias, fue atropellado por un antiguo auto. No obstante el  pueblo entero siguió atento su pronta recuperación.  Dicen  que en lo adelante fue mucho más precavido, tanto con la ingestión de bebidas,  como con los vehículos automotores. De  avanzada edad murió de causa natural el Burro Perico en su ciudad de Santa  Clara en el año 1947. 
 Gran  consternación causó su fallecimiento. En las escuelas se suspendieron las  clases y el pueblo entero se volcó al lugar donde yacía inerte Perico a  llevarle flores. 
  Se  hizo una esquela mortuoria y se convocó el entierro para las cinco de la tarde  en el patio de la propia botellería de Lea, donde fue sepultado.  El  duelo fue despedido por el entonces Senador de la República: Dr. Elio Fileno de  Cárdenas. El  sepelio tuvo tanta connotación que fue publicado por la Radio y la Prensa  Nacional y hasta en el periódico estadounidense "The New York Times". 
 Pese  a los años transcurridos, el recuerdo del Burro Perico es imborrable en la  capital de la actual provincia cubana de Villa Clara.  Inspirados  en su historia real, y en sus propias vivencias, muchos escritores y  compositores le han dedicado inmortales páginas y hasta canciones.
 Perico  pasó a la posteridad como uno de los más peculiares personajes populares de  Santa Clara que hoy lo inmortaliza en un monumento creado para rendirle  homenaje de recordación. |