Cielos vigilados en espacio postsoviético
21 de Octubre de 2008, 10:15 a.m.
Moscú.- Las maniobras que realizarán el 23 de octubre unidades de defensa antiaérea de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) ratifican hoy la voluntad de preservar la seguridad colectiva en el cielo postsoviético.
El portavoz del Ejército del Aire ruso, teniente coronel Vladimir Drik, confirmó que en estos ejercicios militares intervendrán más de 50 bombarderos, cazas y helicópteros, incluido el avión de inteligencia aérea a distancia remota A-50.
Las operaciones involucrarán a fuerzas emplazadas en Kazajstán, Siberia, la zona europea de Rusia, Belarus, Armenia y otros estados miembros de la CEI, añadió el especialista.
Drik aclaró que los efectivos y tripulaciones de aviones y helicópteros prestarán especial atención durante el ejercicio a la coordinación de operaciones para neutralizar a las naves que irrumpen ilegalmente en el amplio espacio aéreo de la CEI.
La consolidación de un sistema unificado de defensa antiaérea en este territorio centró los debates de los ministros de Defensa de esas repúblicas ex soviéticas reunidos recientemente en San Petersburgo, Rusia.
Presididos por el titular de esa cartera en la Federación rusa, Anatoli Serdiukov, los expertos prestaron atención, asimismo, a la labor realizada por los órganos del Consejo de responsables de los sistemas defensivos de la CEI en 2008 y al plan de trabajo del año próximo.
La reunión se produjo en un ambiente de tensión provocada por la expansión de la OTAN hacia las fronteras del espacio post soviético y el inminente despliegue de elementos del escudo antimisil estadounidense en República Checa y Polonia.
A esto se añade la decisión del Kremlin de reforzar sus medios de disuasión estratégica tras la agresión de Georgia contra Osetia del Sur con el respaldo de Washington y sus aliados de la alianza, así como la retirada de Tiflis de la CEI y de su sistema defensivo.
En la actualidad integran la CEI Armenia, Azerbaiyán, Belarus, Kazajstán, Kirguizistán, Moldova, Rusia, Tayikistán, Uzbekistán, Ucrania y Turkmenistán (miembro asociado).
Una advertencia sobre el potencial de conflicto que está creando en la zona el Pentágono con la complicidad de algunos aliados europeos expresaron a inicios de septiembre los jefes de estado de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
En esta estructura defensiva participan Armenia, Belarus, Kazajstán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.
Al analizar la debilidad que podría provocar en el flanco sur la retirada de Georgia –a lo que se añade el coqueteo del presidente ucraniano, Víctor Yushchenko, con la OTAN-, una fuente militar aportó datos recientemente sobre una sólida opción.
El jefe del Ejército del Aire ruso, coronel general Alexander Zelin, afirmó que una base militar en la república separatista de Abjasia ayudaría a cumplir esas tareas defensivas.
En esta zona Moscú guarda estrechos vínculos con Armenia como parte del sistema unificado de defensa antiaérea, y podría reforzar su presencia a tenor del acuerdo de colaboración militar rubricado en septiembre por los presidentes de Rusia, Abjasia y Osetia del Sur.
La disponibilidad en esta y otras regiones de la CEI de los ultramodernos complejos de cohetes antiaéreos S-400 Triunfo en el futuro próximo podrían convertir en prácticamente impenetrables los cielos postsoviéticos, y constituirían la base de una futura defensa cósmica.
El sistema móvil S-400 Triunfo, producido por la fábrica moscovita Almaz, puede seguir hasta 12 blancos a la vez y sus radares son capaces de detectar naves dotadas con tecnología de baja observabilidad, o stealth.
Está destinado a batir cualquier tipo de avión, misil crucero o aparato aéreo no tripulado. Asimismo puede ser aprovechado para interceptar objetivos balísticos, con lo que se convierte en elemento clave de la defensa antimisil del teatro de operaciones.
El alcance del nuevo cohete, tratándose de blancos aerodinámicos, es de 400 kilómetros de distancia y 30 kilómetros de altura. La principal diferencia entre los sistemas S-400 y S-300 consiste en que los nuevos misiles llevan cabezas de autoguiado activas.
A diferencia del Patriot estadounidense, que no puede derribar objetivos a una altura inferior a 60 metros, el S-400 es capaz de abatir aviones y misiles de crucero a cualquier altitud, a partir de 10 metros, según Zelin.
Otra ventaja del S-400 sobre el Patriot consiste en el despegue vertical, factor que permite contraatacar un objetivo procedente desde cualquier dirección sin necesidad de girar la plataforma de lanzamiento.
El modelo estadounidense tarda media hora en ponerse en posición de ataque, mientras que el ruso S-400 lo hace en menos de cinco minutos, sostuvo el coronel general. (PL) |