Mireya Ojeda
Corresponsal de Rebelde

Yaguaramas, Cienfuegos, Cuba.- A 132 años de que  Henry Reeve “El Inglesito”  perdiera la vida luchando por la independencia de Cuba (4 de a agosto de 1876) su nombre, ejemplo de internacionalismo honra al contingente de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias que presta apoyo solidario mundial en los países que lo necesiten.

A la madre del Inglesito escribieron los patriotas cubanos luego de la caída en combate: “Movido de sus generosos impulsos, pisó estas playas, joven y fogoso legionario de la libertad, sin más títulos que su ardoroso entusiasmo y su firme resolución de luchar por la independencia de Cuba, a la que desde entonces adoptó y amó como su Patria”

De acuerdo con los documentos de la época  El Inglesito había nacido en Brooklyn, Nueva York, el 4 de abril de 1850.  Cuentan que combatió en las filas antiesclavistas durante la Guerra de Secesión y en 1868 y al conocer del alzamiento de La Demajagua, en Cuba,  se presentó en la Junta Cubana de Nueva York.

Le preguntaron el motivo de su interés por Cuba y respondió: “Porque ustedes son patriotas”. “Y usted de dónde es”, alguien inquirió. “De allí donde se muere” contestó y se alistó en la expedición del buque Perrit y llegó a la isla en mayo de 1869, cayendo después prisionero de los españoles en el combate de las Calabazas y lo enfrentaron al fusilamiento.

Cuentan que las cuatro balas del pelotón sólo lo hirieron levemente en la cabeza y lo dejaron sin conocimiento, entre los cadáveres. Por la noche volvió en sí y sangrando estuvo caminando dos días por la manigua hasta el encuentro con los mambises y pasó a Camaguey, donde prestó brillantes servicios como soldado, clase y oficial.

En 1870 ostentaba los grados de capitán y al año siguiente protagonizó hazañas bajo el mando de Ignacio Agramonte en Hato Potrero, La Entrada, El Mulato y La Redonda. Fue uno de los 35 jinetes escogidos por El Mayor para el rescate del General Sanguily. Tras la caída de Agramonte siguió con Máximo Gómez y combatió en Santa Cruz del Sur. El dominicano admitió “se debe hacer especial mención del coronel Reeve, que se lanzó a caballo sobre la boca de un cañón”

Un coronel mambí, Ramón Roa testimonió: “ Un artillero español le disparó su carabina a quemarropa, hiriéndolo gravemente...” La herida le inutilizó la pierna derecha para siempre y permaneció hospitalizado durante los años 1873 y 1874 y convaleciente recibió las estrellas de Brigadier.

Junto a Gómez y Maceo participó en la Invasión de Oriente a Occidente. A finales de 1875 cruzó por la antigua provincia de Las Villas y le nombraron jefe de la vanguardia mambisa. Se hallaban acampados en Cayo Inglés, a media legua de Yaguaramas, en el territorio de Cienfuegos, cuando el fuego anunció la presencia enemiga  y Reeve cargó al frente de la tropa.

Cuerpo a cuerpo se encontró en un combate en el que El Inglesito agitó el machete y volvía a la lucha, sin detenerse por la gravedad de las heridas y con sólo 15 hombres cubrieron la retirada. Su caballo cayó muerto y cuando el ayudante le ofreció otra cabalgadura le conminó: “Retírese que lo van a matar”

Otro balazo le impactó en el hombro. Machete en la diestra, revólver en la zurda, seguía luchando. Solía contar el coronel mambí Rosendo García, testigo de los hechos, que al quedarle solo una bala “se aplicó el revólver en la sien derecha”

Henry Reeve cayó a los 26 años, siete de ellos al servicio del Ejército Libertador y había participado en más de 400 acciones. A este joven legionario de la libertad rendirán tributo los hijos de Yaguaramas, los cienfuegueros, como parte de los cubanos este lunes 4 de agosto, a las 8:00 de la mañana,  al pie del monumento erigido en el mismo lugar del combate.