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                           Aroldo García Fombellida 
                            Corresponsal de Radio Rebelde 
                            web@radiorebelde.icrt.cu                           
                          Holguín a la vista 
                            27 de Julio del 2009, 11:54 a.m.
                             
                             
                            Holguín,  Cuba.- El helicóptero, conducido por las hábiles maniobras de una tripulación  especializada perteneciente a la Fuerza Aérea Revolucionaria, vuelve a  realizar, con exactitud detallista, porque así lo permiten los registros  técnicos más avanzados, el mismo recorrido de diez meses atrás, en su vientre,  un puñado de periodistas y foto reporteros, son los mismos de aquella mañana  gris del aún reciente septiembre, tan bajo como antes, es esta vez el vuelo. De  Holguín a Gibara, paso por Floro Pérez y Velazco, después Banes, Macabí, y  Antilla. 
                          Al  este, sobre Nicaro, Mayarí, Cayo Mambí, Sagua de Tánamo y Moa. En vuelo sobre  esas localidades imposible olvidar aquella mañana de septiembre. A la vista  solo había destrucción y miles de manos saludando con vigoroso afán, presintiendo,  como siempre, que en esa nave se acercaba la protección y el amparo de la  Revolución. 
                          De  nuevo el vuelo es bajo, casi rasante a veces, devela ante la vista heridas que aún  quedan, son ínfimas en comparación a lo mucho bello, bueno y útil visto. Ahí  las viviendas, ahí las instalaciones para el turismo, los mil colores de Gibara,  el polo de petrocasas, techos y más techos, todos nuevos; la mayoría son rojos en  las casitas y en los almacenes y hasta en las gigantes naves de talleres en  Moa. 
                          Ese  helicóptero en vuelo visto hace solo unas horas, casi rasante sobre los mismos  sitios de aquella mañana de septiembre, regresa a tierra cargado de imágenes y  vivencias nuevas. 
                          Desde  el aire no se ve el sudor, pero se comprueba todo lo que vale verterlo, las manos  vuelven a saludar y con más fuerza, la misma que bien unida hace hoy posible la  recuperación, y le valió mucho a un pueblo noble para ganar de nuevo, la sede  de un 26 de Julio en Holguín.  |