En audiencia pública celebrada en el Capitolio Nacional, parlamentarios cubanos denunciaron con firmeza el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos, calificándolo como una política inhumana que afecta profundamente al pueblo.
En el encuentro, que contó con la presencia de Esteban Lazo Hernández, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, se recordó la reciente presentación del informe anual sobre los daños del bloqueo, donde el canciller Bruno Rodríguez Parrilla subrayó que las pérdidas económicas se traducen en afectaciones visibles en toda la sociedad.
La diputada Dayana Beyra Fernández, representante del sector energético y petrolero, denunció que “si hablamos de nuestro sistema electroenergético, aún es más cruel el bloqueo: negativa de vender piezas de repuesto a nuestras termoeléctricas, técnicos extranjeros coaccionados para no venir a dar puesto en marcha a tecnologías en nuestro país, asfixia, cierre de financiamiento exterior entre otros”.
Añadió que “vemos apagones y algunos incrédulos achacan los problemas que tenemos a la gestión interna, pero ahí está el bloqueo. Es una verdad gigante e innegable”.

Desde el sector agroalimentario, la diputada Walkiria Williams Jiménez subrayó:
«Condenamos enérgicamente el bloqueo, repudiamos y denunciamos esta situación, con la convicción también de que somos trabajadores que se levantan todos los días con el ánimo de hacer, de resolver los problemas que podamos tener, y buscando alternativas diversas para poder hacerle frente a las medidas de bloqueo».
Como cubana -agregó- es indignante, y mi posición es de repudio, es de odio y todos los días me levantaré denunciando realmente el bloqueo en los espacios donde yo pueda participar.
Por su parte, el diputado Ian Pedro Carbonell advirtió que “cada transferencia bloqueada, cada cuenta cerrada y cada operación de vuelta representa no solo una pérdida económica y monetaria, sino un intento deliberado de aislar a Cuba del sistema financiero internacional”.
Según explicó, estas acciones afectan directamente la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 y obstaculizan el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.
El bloqueo no es solo un sistema de medidas económicas, es un acto deliberado de guerra financiera.
En la audiencia, el diputado y miembro del Consejo de Estado, Yury Valdés Balbín, director del Instituto Finlay de Vacunas, enfatizó que el bloqueo no castiga a un gobierno, castiga a los enfermos, a los niños, a los ancianos. Es una política que multiplica el sufrimiento y que se extiende más allá de las fronteras de Cuba.
En su intervención, subrayó que levantar el bloqueo no sería un gesto político, sería un acto de justicia internacional, un reconocimiento a la humanidad compartida, una forma de decirle al mundo que la salud no puede ser un campo de batalla.
Los parlamentarios, con mensajes también en forma virtual, coincidieron en que esta política, vigente desde hace más de seis décadas, obstaculiza el acceso a alimentos, medicinas, tecnología y financiamiento, agravando las condiciones de vida en la isla y constituyendo una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos.
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