El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo hoy que «todo el país, la sociedad, el pueblo apoya a los participantes en la operación militar especial. Nos sentimos orgullosos de su valentía y tesón, esa fuerza de espíritu que nos ha otorgado siempre y únicamente la victoria».
Putin, junto al que estaba sentado el líder chino, Xi Jinping, y una treintena de mandatarios extranjeros, pronunció estas palabras con ocasión del 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi.
También puntualizó que los antepasados de los rusos «encargaron» a sus descendientes «proteger la patria, estar unidos, defender firmemente los intereses nacionales, su milenaria historia, cultura, valores tradicionales y todo lo que es valioso y sagrado para nosotros».
Al mismo tiempo, rindió tributo al papel desempeñado por los países aliados en la derrota de las tropas hitlerianas.
«Siempre recordaremos que la apertura de un segundo frente en Europa después de las decisivas batallas en territorio de la Unión Soviética acercó la victoria», añadió.
«La completa derrota de la Alemania nazi, la militarista Japón y sus satélites en diversas regiones del mundo se logró gracias a los esfuerzos conjuntos», recordó Putin.
El presidente ruso reafirmó el compromiso de Rusia en la lucha contra la distorsión histórica de la Segunda Guerra Mundial, la defensa de la memoria frente a la rehabilitación del nazismo y la condena de las atrocidades vinculadas a esas ideologías.
En su discurso, declaró que Rusia seguirá siendo un muro infranqueable contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo, sosteniendo que la verdad y la justicia están de su lado.
Durante el acto, pidió un minuto de silencio en honor a los millones de personas que sacrificaron sus vidas en la lucha contra el nazismo y por la libertad de la humanidad.
Posteriormente, más de 11.500 soldados rusos y de otros trece países marcharon por la plaza, acompañados por más de 130 unidades militares, entre ellas misiles intercontinentales y drones de combate.
