Por: Yunel Hernández Batista.
La realización de actividades deportivas y recreativas en los barrios y comunidades, constituye una de las premisas de trabajo del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación en el municipio Venezuela en la provincia de Ciego de Ávila.
Los festivales deportivos-recreativos se desarrollan en diversas zonas del municipio con juegos tradicionales y de participación popular que incluyen carreras en zancos, tracción de la soga, el Hula Hula, competencias de ajedrez, voleibol y Beisbol five entre otras.
Alfredo Betancourt González, profesor de recreación en este municipio nos comenta que buscan alternativas para lograr satisfacer los gustos y preferencias de los diferentes grupos etareos.
Trabajamos con público de todas las edades, no solo con niños y adolescentes, también con personas de la tercera edad. Hacemos los festivales de dominó, festivales de futbol y beisbol 5.
Más allá de la planificación de las actividades y su desarrollo, los profesores del INDER en Venezuela juegan un rol importante en la reparación y confección de los materiales de trabajo.
En muchos casos nos estamos basando en la propia inventiva de los profesores, una pelota que se poncha se recupera, recuperamos los tableros de ajedrez, de damas.
Con más de 40 años de labor en el organismo deportivo, Alfredo Betancourt González reconoce que a partir del amor que se siente por lo que se hace se logran los resultados en el trabajo comunitario.
Brindar de todo corazón nuestras actividades, nuestra creatividad y el amor a todo lo que uno hace…Todo lo que se entrega por nuestra parte es amor y más en la situación que sabemos hoy vive el país donde y siempre se lucha por llevar adelante nuestro trabajo a pesar de las carencias, además siempre encontramos quien te ayude para lograr los objetivos.
Buscamos quedar satisfechos todos, nosotros los que ofertamos las actividades y ellos que son los que reciben las opciones que les damos.
Con los festivales deportivos-recreativos se transforma la dinámica del barrio y el bullicio de los niños contaminan con su alegría el entorno de las comunidades.
