A una semana de que el huracán Melissa tocara tierra, y por segunda ocasión desde entonces, el Presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel, regresó a Granma, una de las provincias impactadas, con una compleja situación por inundaciones luego del paso del evento climático.
El mandatario empezó su recorrido por la comunidad El Recreo, una de las más afectadas por las severas inundaciones en el municipio Cauto Cristo.
De un total de 20.570 pobladores en el municipio, 14.432 personas tuvieron que ser evacuadas, precisamente en la comunidad de El Recreo, 234 habitantes, han visto sus vidas trastocadas por la crecida de las aguas, una situación que, según los propios residentes, no tiene precedentes. Los más ancianos del lugar recordaron que, aunque en 2007 el agua también subió, los niveles alcanzados en esta ocasión fueron notablemente superiores.




Durante un diálogo con la delegada de la comunidad, el Presidente se interesó por las necesidades más urgentes de la población Peguntó sobre el número exacto de viviendas que sufrieron daños, a las que aún no se ha podido acceder, mostró preocupación por la protección de los libros de la escuela y se informó sobre las condiciones y atenciones que reciben los evacuados en los centros habilitados.
La visita también sirvió para constatar la magnitud de la pérdida económica. Los sembrados, principal sustento para muchas familias, fueron arrasados por las aguas. Cultivos de ají pimiento, calabaza, maíz y boniato quedaron completamente destruidos, lo que representa un duro golpe. Ante esta crítica situación, el Jefe de Estado alertó sobre los protocolos que se deben seguir para garantizar la salubridad del agua y los alimentos que consumirán los pobladores una vez que puedan regresar a sus hogares.
Díaz-Canel transmitió un mensaje al despedirse de los hombres, padres de familia de El Recreo, que desde la carretera ven sus casas anegadas en espera de que bajen las aguas: “No nos queda más remedio que levantarnos”. Dirigiéndose a todos los afectados, concluyó: “Un abrazo a todos y aquí no va a quedar nadie desamparado”.

En la misma localidad, el Presidente del Consejo de Defensa Nacional llegó junto al Jefe del órgano Político ideológico, Roberto Morales Ojeda, hasta el asentamiento San Marcos, dónde está enclavada parte de la Cooperativa Carlos Bastidas Azcuy, que también abarca El Hatico y Juan Hernández.
Con profundo pesar, los productores y vecinos le relataron al mandatario cómo el huracán Melissa y las inundaciones consecuentes causaron la pérdida de meses de trabajo en plantaciones de yuca, bonito, plátano y sobre todo un camino, el cual había sido construido el año pasado mediante una inversión de 10 millones de pesos.
Esta vía, que unía la comunidad y el área de plantaciones se volvió un inmenso agujero.
«Ustedes son gente de trabajo, se van a recuperar, aunque también se les va a ayudar, lo más importante es que estamos vivos, les dijo el Presidente Díaz-Canel.

Posteriormente el presidente del Consejo de Defensa Nacional llegó hasta la presa Cauto del Paso, la mayor infraestructura hidráulica de la provincia, también conocida como la llave del Cauto y que actualmente se encuentra en un proceso de mantenimiento. Tras el paso del huracán Melissa, la presa vertió más de mil millones de metros cúbicos de agua, el triple de su capacidad, evitando que las inundaciones que dejó el impacto del meteoro, fueran mayores.
Mientras algunos sacaban colchones, refrigeradores y escaparates a secar, y otros pobladores llegaban del centro de evacuación, el mandatario arribó al barrio Camilo Cienfuegos del poblado Cauto Embarcadero, perteneciente al municipio Río Cauto.

Todavía impactados por la pérdida de bienes materiales, los vecinos le contaron al Jefe de Estado sobre las experiencias que marcaron la noche más oscura de sus vidas, al menos estamos vivos, le dijeron, al tiempo que agradecieron el rescate de un millar de vecinos que protagonizaron la Fuerzas Armadas Revolucionarias, el Ministerio del Interior, la Zona de Defensa y el Consejo de Defensa Municipal.
Tras el intercambio con los pobladores, el dignatario dijo que será necesario actualizar los planes de enfrentamiento a desastres, porque, sin dudas, el huracán Melissa superó todo lo antes vivido en esta región.
Díaz-Canel Bermúdez recorrió también el centro de evacuación, ubicado en la Escuela Mixta Batalla de Guisa, que llegó a acoger a 2500 personas. Allí intercambió con su directora y con parte de los 650 habitantes de Río Cauto que todavía permanecen protegidos en el inmueble.




Los municipios Cauto Cristo y Rio Cauto, visitados este martes por el Presidente Díaz-Canel, son los más afectados por las inundaciones que sobrevinieron al huracán Melissa. Cuando se creyó que lo peor había pasado, en la provincia de Granma se desencadenó otro huracán, el de salvar la vida con el agua al pecho.
Aún permanecen en centros de evacuación y en casas de familia y amigos 75.000 personas de las 100.000 que se protegieron. En esta hora de tomar un alto en el camino, para iniciar la fase recuperativa, la más compleja según el mandatario, no faltaron el reconocimiento para los combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior (Minint) por la ejemplar labor en las casi 20 mil acciones de rescate y salvamento, imprescindibles para que hoy Cuba, en medio de muchos desafíos, levante el trofeo de la vida.
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