Santiago marchó con Fidel

«Marchemos  por Fidel, por la Revolución y por Cuba», fueron palabras del joven Adriano Giro Mustelier dirigidas al pueblo santiaguero que marchó, desde la Plaza de la Revolución Antonio Maceo Grajales hasta el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, para conmemorar el noveno aniversario del depósito de las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el emblemático camposanto.

Por la avenida Patria, que conduce hasta el también Monumento Nacional, se dirigió la multitud, «y lo hacemos porque Fidel y su ejemplo son hoy más necesarios que nunca», dijo a Granma una estudiante universitaria que participó «siendo una niña en la marcha que inauguró, al grito de Yo soy Fidel, estos sentidos homenajes».

Personas de todas las edades, al son de la Marcha del 26 de Julio y cantos patrióticos, patentizaron que, en medio de la recuperación tras el paso del huracán Melissa y del recrudecido bloqueo, la Revolución continúa firme y respalda al hermano pueblo venezolano, que enfrenta con dignidad las nuevas agresiones del imperialismo estadounidense.

FIDEL, ENTRE EL PINCEL Y EL SENTIMIENTO

De impresionante hermosura podrían calificarse los 18 lienzos que conforman la exposición Siempre Alejandro, de Nelson Domínguez, Premio Nacional de Artes Plásticas, que se exhibe en la sala Cinco Palmas, del Centro Fidel Castro Ruz. La muestra invita a pensar una vez más al Comandante en Jefe, ante las tonalidades y trazos de un artista que lo lleva en su corazón.

Desde los cuadros, los rostros del eterno líder de la Revolución Cubana nos hablan. De ellos, emerge su imponente figura junto a José Martí (Alma gemela) o a Raúl (Los hermanos); o en contacto con otros motivos de obvias alegorías, tales como el caballo, los molinos, los niños o los libros.

Al artista le interesó más la escena que el movimiento, nos dice, y nos lo muestra en piezas como Cinco Palmas, Fidel Guerrillero, La Guerra Necesaria y Fidel en la Sierra. «Son obras en las que estoy buscando mi Fidel. El propósito no fue hacer un retrato, sino una interpretación. No se trata de obras definitivas, sino de estudios, con el objetivo de hacer, tal vez, algo de mayor envergadura». 

Al público presente en la sala, en el que no faltan los niños, les explica Juan Martín Soler, curador de la exposición, que Nelson, en cada una de las piezas, nos está mostrando a ese Fidel que tuvo la oportunidad de conocer desde que se estaba gestando en la Sierra la Revolución, y con el que compartió posteriormente importantes e inolvidables momentos.

Siempre Alejandro convida a la evocación y al recuerdo de un Fidel que pertenece a todos los tiempos.

(Fuente: Granma) 

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