Las Tunas, Cuba. – Siempre en el verano, a finales de junio y principios de julio en el hogar de El Cucalambé celebramos la fiesta mayor de la cultura campesina cubana, la LVIII Jornada Cucalambeana del internacionalmente conocido El Cornito Tunero.
Esta vez el jolgorio rinde homenaje al aniversario 196 del natalicio de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, a la cultura canaria, a los 70 años de la controversia del siglo entre Ángel Valiente y Naborí, y al Centenario del Grupo portador de la cultura francófona Petit Dance.
El guajiro no madruga solo para trabajar, también sus fiestas comienzan con el amanecer; por eso el órgano “Estrellas de Oriente” recorre las calles de la ciudad llamando a sus habitantes al guateque. Así comienza el primer día de celebración, en el nuevo aniversario del poeta bucólico más importante del siglo XIX en Cuba.

Aderezada de lo material y ese espíritu de la mujer y el hombre del campo aparecen entonces las artes plásticas y pictóricas, abrazadas indisolublemente en el concurso de Décima Mural, el Salón de Paisaje y la Artesanía Popular, llevando a los lienzos, los materiales más apropiados de las bondades de la naturaleza y los tejidos de yarey y guano, como lo explicó la presidenta del Consejo Provincial de las Artes Plásticas, Maira Rodríguez Guerrero.
De la luna el resplandor
Se divisa un caserío
Que al pie de un sonoro río
Goza de dulce rumor
Este cantar de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo es la inspiración para provocar a los artistas plásticos a retomar el tema del paisaje.




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