La Habana, Cuba, viernes 3 de octubre de 2025; es decir, hoy mismo. Pareciera que, numéricamente, habrá dentro de la sala tantas personas como capacidades existan.
El asunto no es tan estadísticamente sencillo. Estarán dirigentes, intelectuales, personalidades de la política, de la cultura, del ámbito periodístico, convocados por los 60 años transcurridos desde que –en histórica decisión– la nación contó, y fue presentado al pueblo, el Comité Central del nombrado allí como Partido Comunista de Cuba. En la misma fecha, Fidel dio a conocer aquella legendaria carta de despedida del Che, y nació el periódico insigne de la Revolución: Granma.
Estarán en la sala, para conmemorarlo, milicianos con arena de Playa Girón en las botas, hombres sudorosos mocha en mano, muchachas y muchachos con faroles y cartillas de alfabetización, helicópteros salvando vidas en zonas inundadas, maestros frente a las aulas, médicos que sostienen la mano del paciente, obreros, campesinos…
En tributos así, siempre parece que no hay cabida física para tanta gente (o tanta gloria), pero sobra corazón para que, en el homenaje, se acomoden Alicia Alonso, Sara, Stevenson, Juantorena, Sotomayor, Rita Longa, una montaña de internacionalistas, batas blancas que parten o retornan desde los confines más oscuros y vulnerables del orbe, mandatarios y personalidades que, a riesgo de desagradar al imperio, han venido a oxigenarse y a oxigenar a Cuba durante más de seis lustros…
Porque toda esa historia y miles de historias más están aquí, en los archivos, en las páginas y en la expresión etérea (digital) de un órgano que nació con el sentido de unidad y apego a la verdad de aquel periódico (Patria) fundado por Martí en 1892; en la huella que siguen delineando el único partido justamente posible para todos los cubanos y en cada línea de aquella misiva auténticamente guevariana.