La Habana, Cuba.-“Tanto va el cántaro a la fuente…”, sentencia un añejo refrán y la victoria 12 x 3 de los visitantes vueltabajeros a los predios indómitos constituyó el punto central en el primer choque de la temporada de la 48 Serie Nacional de Béisbol Cubano.

Los actuales monarcas de Santiago de Cuba, bajo la tutela de Antonio Pacheco, llevaban 10 triunfos consecutivos sobre sus adversarios, luego de imponerse seis veces en los enfrentamientos bilaterales de la etapa clasificatoria y otras cuatro en la discusión del gallardete.

En realidad, el entusiasmo era justificado, porque los muchachos cerraron a todo tren la pasada contienda y ahora, en el propio inicio tendría la oportunidad de presenciar el duelo a cargo de los estelares Norge Luis Vera y Yunieski Maya.

Tras celebrarse la ceremonia inaugural, con vistoso colorido en el grupo de alumnos participantes en las coreografías y ejercicios gimnásticos, así como de los actores principales, el árbitro Nelson Díaz dio la voz de ¡A jugar!

Vera sacó sin ningún tipo de contratiempos los tres outs en la primera entrada y el correspondiente turno al bate, los anfitriones llevaron al pizarrón la primera carrera.

Entonces la conga sonó y de que manera. Muchos pensaron que el asunto sería de coser y cantar, pero, la ofensiva pinareña respondió en la parte alta de segundo episodio con par de anotaciones, gracias a cuadrangular por el jardín derecho de William Otaño

En lo adelante, el desarrollo del juego marcó un brusco giro favorable para los representantes de Occidente, quienes expulsaron de la lomita al abridor santiaguero en el comienzo de sexto capítulo y ampliaron la ventaja a siete (8x1).

En realidad, el espigado Norge Luis no se encontraba en buena forma, pues sus lanzamientos fueron conectados con relativa facilidad, hasta el extremo de permitir tres vuelacercas (otros dos a las respectivas cuentas del antesalista Donald Duarte y el bateador designado Reinier León).

Mientras tanto, Yunieski Maya limitó el ataque local a tres anotaciones y cinco indiscutibles, en cinco entradas y dos tercios, antes de recibir importante ayuda del relevista Rogelio García (hijo), capaz de sortear todas las amenazas y colgar los restantes cuatro ceros en el pizarrón.

Buen debut para el siempre recordado Luis Giraldo, nuestro Señor Pelotero y, al mismo tiempo, un anticipado aviso para Pacheco y su colectivo de dirección, en lo referente al pitcheo de segunda línea.
Santiago de Cuba viajará hacia la Capital, donde en tres días sucesivos chocará con Industriales en el estadio Latinoamericano.

Pinar del Río hará la primera presentación en el Capitán San Luis y allí sus seguidores verán en acción a Pedro Luis Lazo frente a Las Tunas.