La Habana, Cuba.- Definitivamente los dueños de casa se convirtieron en el primero de  los dos conjuntos clasificados para la siguiente etapa, en el II Clásico Mundial, cuando apabullaron 14 x 2 a los peligrosos monarcas olímpicos.

En esta ocasión, el resultado favorable a los nipones no dejó lugar a  la más mínima de las dudas, porque desde el capítulo de apertura  pusieron los números en el pizarrón electrónico y antes de subir a la  lomita el abridor Daisuke Matsuzaka la ventaja era de 3 x 0.

Los artilleros anfitriones se soltaron a batear y cuanto lanzador adversario apareció en el montículo fue castigado sin compasión hasta  la conclusión del choque en siete entradas.

Mientras tanto, Matsuzaka solo tuvo un breve tropiezo en la parte baja  del inicio, en la cual toleró dos anotaciones por jonrón de Tae Kyun  Kim, pero después exhibió la extraordinaria clase acostumbradas y en  cuatro innings no afrontó mayores dificultades.

Cualquier duda referente al potencial ofensivo de los ganadores quedó  despejada frente a uno de los mejores cuerpos de serpentinero del  certamen, porque conectaron en total 14 imparables, incluidos jonrones  a las respectivas cuentas de Shuichi Murata y Hiroyuki Nakajima.

El abridor coreano Kwanghyun Kim, en un abrir y cerrar de ojos aceptó  ocho anotaciones y, a manera de temprano remate, el antesalista Murata  bateó su segundo cuadrangular en días consecutivos para colocar al  adversario a punto del jaque mate.

A lo largo del desafío abundaron los batazos de distintas dimensiones  y la dirección perdedora prácticamente entregó las armas al utilizar  pitcher de la segunda línea, en evidente muestra de reservar cuanto le  quedaba para el choque frente a China.

Una concurrencia calculada en 55 mil personas disfrutó a de lo lindo  la victoria y el bateo de su ídolo Ichiro Suzuki, capaz de convertir  al seleccionado en serio aspirante a revalidar el título alcanzado  tres años atrás en la final contra Cuba 10 x 6.

Por otra parte, los discípulos de In-Sik Kim apenas pudieron enseñar  visos de atacantes, ya que sumaron cuatro inatrapables y ahora deben  luchar, mañana domingo, por el viaje hacia el Petko Park de San Diego  al verse las caras con los chinos, en el mismo escenario del Tokio Dome.

En el segundo encuentro de la jornada, Japón cumplirá el tercer juego  del calendario preliminar con Taipei, aunque el resultado poco importa  a los efectos de la clasificación.