La Habana, Cuba.- Por primera vez los contados asistentes al parque 5 de Septiembre vieron a su equipo desempeñarse como ellos esperan, aunque todos los días resulta imposible ganar a batazos.

Los dueños de casa pisaron la goma en 17 oportunidades y conectaron 19 imparables, aunque no existieron vuelacercas, para poner a los visitantes isleños en condiciones deplorables, luego de barrer a los espirituanos en la propia valla del José Antonio Huelga.

En la quinta entrada se produjo una de las mayores anotaciones en la historia de los clásicos invernales cubanos, cuando 14 sureños llegaron al plato en un inning interminable.

Ni el propio público local pudo soportar el bombardeo hacia todas la dimensiones del terreno y bien temprano comenzó el regreso a los respectivos hogares. Aquello fue el acabose y si no tiraron la toalla es porque lo impide el reglamento. Por supuesto, hoy tratarán de borrar la mala impresión, pues otro fracaso provocaría el abrazo con los victimarios en el oscuro sótano de la zona occidental (4-11).   

Los mejores atacantes dentro de la victoriosa alineación fueron Pavel Quesada (4-3 y tres impulsadas), José Dariel Abreu, con idénticos números y el veterano receptor Osvaldo Arias (5-2-3).