La Habana, Cuba.- Los avileños bajo la tutela de un debutante, Roger Machado, consiguió clasificar a la postemporada dentro de la zona oriental, junto a Santiago de Cuba (titular), Villa Clara y Las Tunas, lo cual puede considerarse como una actuación meritoria.

En definitiva, la realidad del terreno no le permitió avanzar más allá de la primera ronda y debieron conformarse con el sexto lugar en la tabla de posiciones.

Aunque los números ofrecieron relativa estabilidad en los distintos renglones del juego Bateo (306), Pitcheo (4.24 promedio de carreras limpias) y Fildeo (974), lo cierto es que a la hora de la verdad fueron vencidos y el resultado dejó insatisfechos a los seguidores.

Esta vez, Roger y el colectivo de dirección decidieron incorporar a cuatro novatos, entre ellos un lanzador, pero al observar la nómina presentada, salta a la vista el hecho contar apenas con dos lanzadores.

La responsabilidad como regular la tendrá por segundo año consecutivo Lisdey Díaz, un veterano envuelto en la temporada 14, sin embargo, casi siempre estuvo a la sombra del propio Roger Machado.

En caso de cualquier tipo de lesión u otro contratiempo, la tarea de cubrir dicha posición quedaría en manos del novato Osvaldo Vázquez, lo que, a todas luces, provocaría serios problemas a las aspiraciones de avanzar hasta semifinales

De plano limito la posibilidad, luego de tomar en cuenta que los indómitos y villaclareños llevarán etiquetas de favoritos, por tratarse de conjuntos con mejores líneas centrales.

El cuerpo de serpentineros lo encabeza José Antonio Barroso y varios lanzadores con brazos fuertes, capaces de defender a capa y espada el respaldo ofensivo de los atacantes.

Si en definitiva desplazan a uno de los dos grandes en el territorio, tal resultado alcanzaría la dimensión de hazaña y los aficionados avileños tendrían motivos para celebrar en grande. Soñar no cuesta nada…