2023 debe ser un año mejor si se destierra la inercia, el burocratismo y la autocomplacencia

El Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, hizo una rendición de cuentas sobre su labor como Presidente de la República, ante la presencia del General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana y de los diputados, durante el Décimo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el último de carácter ordinario de la IX legislatura.

Quiero decirlo hoy ante ustedes, que representan al pueblo de Cuba y a todos los que nos escuchan: Siento una enorme insatisfacción por no haber sido capaz de lograr, desde la conducción del país, los resultados que necesita el pueblo cubano para alcanzar la anhelada prosperidad.

Luego de estas declaraciones el Parlamento aplaudió el sentido autocrítico de quien ha guiado a los cubanos en medio de un contexto preñado de desafíos y adversidades, sin faltarle nunca al pueblo su presencia y dirección.

Díaz-Canel aseguró que sus insatisfacciones son personales mientras las satisfacciones son colectivas. Reconocerlas le  ayuda a visibilizar los caminos para superarlas. A esos caminos se refirió en su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, cada uno de ellos necesidad en el tránsito al desarrollo.

El Gobierno, más desafiado que todos a innovar y a crear; los órganos del Poder Popular en los municipios y provincias, convocados a dar el salto definitivo sobre sus limitaciones actuales; los legisladores, claves en el empuje a cuanto aprobamos y acordamos; las organizaciones políticas y de masas, a completar el círculo de fuerzas con la más alta participación ciudadana.

Como primer servidor público de la nación, expresó que asumía la rendición de cuentas con entera responsabilidad y con la convicción de la importancia de este mecanismo «para el fortalecimiento de nuestra institucionalidad» y «como una vía para superarnos y perfeccionar la labor de dirección, en busca de resultados de mayor impacto en la sociedad».

Fotos: ACN

El Jefe de Estado también ofreció una valoración sobre el escenario político y económico mundial, marcado por el conflicto militar en Europa, por la ausencia de compromiso real para hacer frente a las amenazas contra el medio ambiente, por los efectos socioeconómicos y sanitarios aun presentes de la pandemia  COVID 19, y sus consecuencias para los precios de los alimentos y las medicinas, el transporte, la logística y los requerimientos esenciales de los países en desarrollo.

Respecto a Cuba afirmó que se avanza en las relaciones con la región yagradeció la denuncia de los países latinoamericanos que condenaron la exclusión de la isla de la Cumbre de las Américas, evento que terminó siendo un fracaso político.

A las hermanas naciones que extendieron ayuda en los momentos más tensos agradeció Díaz-Canel.

Reiteramos nuestro firme apoyo a la Revolución Bolivariana y chavista y a la unión cívico-militar bolivariana que preside nuestro hermano Nicolás Maduro Moros a quien agradezco el oportuno y reiterado apoyo venezolano para contribuir a enfrentar los desastres y accidentes que nos golpearon este año.

Acerca de México afirmó que Cuba consolidó las relaciones, lo que quedó ratificado con la visita de su Presidente a la isla y aprovechó la ocasión para agradecer «los inolvidables gestos de solidaridad de Andrés Manuel López Obrador, de su pueblo y su gobierno, ante los accidentes y desastres naturales que enfrentó nuestro pueblo».

Durante el periodo evaluado se identificaron áreas de cooperación y beneficio mutuo con la República Argentina, se reanudaron los esfuerzos de paz en Colombia, conversaciones de las cuales Cuba es garante en defensa del Derecho Internacional y se ratificó la solidaridad con el gobierno de Nicaragua, la voluntad de estrechar las relaciones bilaterales con la nación que preside Daniel Ortega, al cual también saludo durante su intervención.

En alusión a las relaciones con los hermanos del Caribe, el dignatario subrayó la consolidación de los vínculos en reciente gira por el área.

La VIII Cumbre CARICOM–Cuba confirmó la vigencia del legado del Comandante en Jefe, continuado por el General de Ejército, en las relaciones con el Caribe, que se basan en la hermandad, la cooperación y el respeto, así como destacó la voluntad común de avanzar en planes de integración y desarrollo.

El Presidente de la República apuntó que en el caso de los Estados Unidos, la característica fundamental y definitoria del vínculo bilateral continúa siendo el bloqueo económico «como arma de coerción cruel, ilegítima e inmoral, que constituye el obstáculo fundamental para el desempeño de nuestra economía».

Estamos muy conscientes de que la naturaleza polarizada y enajenada de la política estadounidense, puede dar lugar a que el bloqueo económico se prolongue por muchos años más. Es por ello de máxima prioridad aunar los esfuerzos y la creatividad popular en función de resolver nuestros más agudos problemas, enfrentar las limitaciones y encausar el rumbo del desarrollo, señaló el mandatario.

No obstante, nuestro objetivo -afirmó Díaz-Canel- sigue siendo promover los lazos más amplios con ese país y su pueblo.

Mantenemos la disposición a construir una relación respetuosa y mutuamente beneficiosa, con pleno apego al Derecho Internacional y las prerrogativas soberanas de cada parte. Eso lo conoce el gobierno de los Estados Unidos, al que se lo hemos expresado directa y públicamente.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido ponderó el intenso cronograma legislativo que ha desarrollado la Asamblea Nacional.

El dignatario reconoció que esta legislatura es la mejor expresión de ese ejercicio, por el elevado número de leyes aprobadas en cada una de sus sesiones, destacándose el proceso que condujo a la aprobación del Código de las familias en referéndum,después de una amplia consulta popular.

Durante la IX Legislatura se aprobaron 35 leyes pero no se concluyen con ella importantes contenidos que aún quedan por regular.

A la próxima Legislatura le corresponderá igualmente, enfrentar un arduo trabajo legislativo y conformar desde sus inicios un nuevo Cronograma que dé respuesta a nuestra demanda normativa.

Sobre las perspectivas del período que comienza, en el orden doméstico, subrayó que el 2023 debe ser un año mejor.

No es secreto -puntualizó- que en los últimos años, se han producido importantes desequilibrios macroeconómicos como resultado de la pérdida de ingresos en divisas, los elevados déficits fiscales, el incremento de los ingresos de personas naturales sin respaldo productivo, la parcial dolarización de la economía y la débil respuesta productiva para generar oferta de bienes y servicios, entre otros.

Estos desequilibrios —comentó— se expresan principalmente en los niveles de inflación, escasez de oferta, depreciación e inconvertibilidad de la moneda nacional, fenómenos que han producido un deterioro sustancial del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores y pensionados y de las condiciones de vida de la población.

Frente a este panorama —indicó— que la «mejora en el bienestar del pueblo requiere de la reactivación de las capacidades productivas nacionales y de la captación de un nivel de divisas que garanticen el incremento gradual, pero sostenido, de la oferta de bienes y servicios, lo cual no será posible sin la corrección, dentro de determinados límites, de los desequilibrios macroeconómicos señalados», para lo cual se implementará el programa aprobado el lunes por la Asamblea Nacional en este sentido.

No podía faltar en un balance del 2022 la mirada a las tragedias vividas, las que han permitido ganar en la ecuanimidad necesaria para sopesar cada paso y cada acción. Las adversidades de este año, como los accidentes del Saratoga y en la Base de Supertanqueros de Matanzas, y el huracán Ian, en paralelo con el bloqueo reforzado y los costosos efectos de una pandemia que nos paralizó económicamente durante dos años, no ha sido motivo para el desaliento o la desmovilización, expresó más adelante Díaz-Canel.

Enfrentar adversidad tras adversidad, en paralelo con el bloqueo y una pandemia que nos paralizó durante dos años, no ha sido motivo para el desaliento. De cada adversidad se saca un aprendizaje. Ya lo dije una vez, «la confianza en la victoria cuando se tiene una historia descomunal empujando tus pasos y un pueblo heroico dando y exigiendo más, reafirmó.

En otro punto de su discurso el dirigente partista alegó que no se renuncia al socialismo.

Me niego a aceptar la satanización del socialismo, particularmente en el tema de los derechos humanos, porque el socialismo es, por esencia, un sistema orientado a conquistar la mayor justicia social posible, mostrándolo como un sistema enemigo de las libertades y los derechos políticos en general, dijo.

«Por supuesto que no conquistamos ya toda la justicia”, afirmó, y agregó que “se ha elevado el propósito, orientando los esfuerzos y acciones, conscientes de que siempre será preciso hacer más».

El presidente destacó la importancia de las ciencias sociales para enfrentar los desafíos del país e insistió en continuar fortaleciendo estrategias para el enfrentamiento de los planes de subversión política e ideológica del enemigo.

Díaz-Canel insistió en que es imprescindible barrer con la burocratización que se ha instalado en muchos espacios, ámbitos y dimensiones del gobierno, que no  se puede seguir seguir consintiendo.

El Presidente de la República concluyó el discurso agradeciendo al noble y bravo pueblo cubano que constituye junto a la dirección histórica de la revolución, dos de las grandes satisfacciones colectivas.

Las últimas palabras constituyeron la confianza en que vendrá tiempos mejores.

Al bravo pueblo cubano, gratitud infinita y nuestras felicitaciones en el año 65 de la Revolución cubana. Venga la esperanza. Hasta la victoria siempre, concluyó.

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