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                               Historia del Partido Comunista de Cuba 
                                La Habana, Cuba.- El triunfo de la Revolución Cubana,  el 1ro de enero de 1959, dio respuesta no solo a una exigencia planteada por  las difíciles condiciones en que vivió el pueblo durante casi 57 años de  república mediatizada, sino también significó la conquista definitiva de los  ideales y objetivos que movieron las luchas de la nación desde la época  colonial, frustrados después de las guerras de independencia por la  confabulación del imperialismo norteamericano y la oligarquía criolla, incluida  la sangrienta dictadura de su representante incondicional Fulgencio Batista. 
                                El antecedente histórico  más inmediato de la formación del Partido Comunista de Cuba se encuentra en el  amplio proceso unificador que tuvo lugar en 1961 con la formación de las  Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), que constituyó el primer paso  hacia la creación del instrumento político unitario de la Revolución; formadas  por el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, liderado por Fidel Castro,  fundador del Ejército Rebelde e iniciador de la última etapa de la lucha  revolucionaria; el Partido Socialista Popular (PSP) (Comunista) cuyo secretario  general era Blas Roca y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo, dirigido por  el comandante Faure Chomón. 
                                Después de unos meses de  vida se hizo un análisis de los logros de la integración y de los errores de  sectarismo por parte de miembros de la dirección de las ORI. El 26 de marzo de  1962, se inició una nueva etapa en la construcción de un partido, que a partir  de esa fecha se denominó Partido Unido de la Revolución Socialista  de Cuba (PURSC). 
                                Se inició así la  construcción de las bases del Partido, según el principio de una selección  rigurosa e individual y apoyada en la consulta con los trabajadores. Se  precisaron desde entonces los conceptos y el método que se aplicarían para  constituir las organizaciones de base. 
                                En aquella ocasión, Fidel  Castro, al referirse a los futuros militantes señaló: 
                                "...Tiene que ser un trabajador  ejemplar, pero, además, tiene que aceptar la Revolución Socialista,  tiene que aceptar la ideología de la Revolución, tiene que desear —desde luego—  pertenecer a este núcleo revolucionario, aceptar las responsabilidades que  impone ser del núcleo revolucionario, pero es necesario, además, una vida  limpia..." 
                                El 3 de octubre de 1965,  quedó constituido el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC),  en el acto solemne en el cual Fidel Castro leyera la carta de despedida del  Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara, quien fuera uno de los inspiradores de  la creación de un Partido, ejemplo vivo y organización de vanguardia de la Revolución, dado el  grado de desarrollo de la conciencia político-ideológica del pueblo cubano. 
                                La experiencia acumulada  en la tarea de la construcción y el crecimiento del Partido, en los años  transcurridos desde entonces, han confirmado la justeza de estos conceptos. 
                                En las asambleas de  elección de trabajadores ejemplares, que se realizan en los centros laborales,  en las que los trabajadores proponen y eligen a aquellos que según su criterio  reúnen las condiciones para ser procesados con vistas a su ingreso al Partido,  tenemos una de las experiencias más importantes y valiosas en la lucha por  lograr, en las condiciones históricas concretas, un Partido de calidad y  estrechamente vinculado a las masas populares que velan por mantener la pureza  de sus filas. 
                                Los Estatutos del Partido  consagran estos principios de ingreso a sus filas y encarga a las  organizaciones de base a realizar los procesos de crecimiento, y adoptar en sus  reuniones las decisiones sobre la admisión o no, de los nuevos militantes, con  la ratificación del organismo superior correspondiente. 
                                La Constitución de la   República de Cuba aprobada en referendo popular el 15 de  febrero de 1976, en el que votaron el 98% de los electores y la aprobaron el  97,7, definió el papel del Partido en la sociedad cubana. En el artículo 5 del  capítulo I de la   Constitución se establece que: "El Partido Comunista de  Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana,  es la fuerza dirigente superior de la Sociedad y el Estado, que organiza y orienta los  esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el  avance hacia la sociedad comunista." 
                                El Partido Comunista de Cuba encarna las  heroicas tradiciones revolucionarias del pueblo cubano, mantenidas muy en alto  por generaciones de luchadores contra el colonialismo español y el  neocolonialismo imperialista de los Estados Unidos, y constituye un fiel  continuador del Partido Revolucionario Cubano (PRC) que fundó José Martí para  la lucha por la independencia nacional, del primer Partido Comunista  simbolizado en las vidas de Julio Antonio Mella y Carlos Baliño, y de las  organizaciones revolucionarias que protagonizaron la lucha contra la tiranía  batistiana. 
                                Este es el antecedente  histórico mediato que legitima la existencia de un solo Partido en las  condiciones concretas de Cuba, enfrentada desde el inicio de la Revolución a un enemigo  mucho más poderoso.  
                                Es el Partido que actúa  precisamente como garante de la unidad de todos los revolucionarios y patriotas  en torno a los principios y a la defensa de esta obra, de la independencia  nacional y del derecho a existir como nación, derecho permanentemente  cuestionado por la potencia imperialista más poderosa de la historia con su  constante política de bloqueo y agresiones de todo tipo. De ahí que en los  Estatutos se le califique como Partido de la nación cubana. 
                                En el sistema político  cubano que se basa en una democracia con amplia participación popular, el  Partido no postula ni promueve candidatos en las elecciones para los órganos de  poder popular. 
                                El Partido Comunista de  Cuba mantiene una labor sistemática dirigida al desarrollo y consolidación de  la ideología de la   Revolución Cubana que resume e integra lo específico de  nuestro proceso: la fusión del ideario radical y humanista de José Martí y de  una tradición singular de lucha liberadora nacional y social con los principios  del marxismo y del leninismo y la necesidad histórica del socialismo, que en  nuestras condiciones, se revela como única alternativa al subdesarrollo y a la  dominación neocolonial. 
                                Entre sus objetivos  fundamentales está la lucha por consolidar una nueva moral en la sociedad  cubana, cimentada en la ideología de la Revolución, la solidaridad, la igualdad y la  justicia social, la confianza mutua, la disciplina consciente, la modestia, la  honradez, el espíritu crítico y autocrítico, la seguridad en el porvenir  socialista; en consecuencia, combate resueltamente la explotación del hombre  por el hombre, del individualismo, la supervivencia de prejuicios raciales y discriminatorios  de cualquier índole, el escepticismo, la falta de fe en el socialismo, el  derrotismo, el oportunismo, la simulación y la doble moral, la indisciplina, la  corrupción y toda forma de conducta delictiva y antisocial. 
                                La autoridad del Partido se  basa en la justeza de su línea política, en el ejemplo de sus militantes, en el  vínculo con el pueblo, en su capacidad de escuchar, de persuadir y de  incorporar a la mayoría a la lucha por los objetivos de la Revolución. 
                                La labor del Partido  Comunista de Cuba en el terreno de la ideología se fundamenta en la teoría  marxista-leninista, en la prédica martiana y en las tradiciones de lucha del  pueblo, en su experiencia histórica y la de los demás pueblos y naciones. 
                                El Partido en este campo  promueve y exalta el mérito y la virtud para que siempre prevalezcan en toda  valoración individual o social de las instituciones. 
                                Al Partido corresponde  determinar y formular las direcciones principales del trabajo ideológico y  orientar su contenido concreto en el ámbito de sus organizaciones de base y de  los diferentes sectores sociales y territorios de Cuba. 
                                El Partido Comunista de  Cuba fundamenta su actividad en el principio del centralismo democrático,  otorgando la máxima importancia a la real y efectiva articulación de la  disciplina consciente con la más amplia democracia interna, el ejercicio de la  dirección colectiva y de la responsabilidad individual, asegura la plena  libertad de discusión y opinión y la unidad de acción de sus organismos y  organizaciones; estimula y respalda el pensamiento creador y antidogmático y el  ejercicio de la crítica constructiva. 
                                En el Partido todos los  cargos son electivos, sin excepción y desde la base hasta el Comité Central  pasan, previo a su elección, por la consulta con las masas, tanto en el centro  de trabajo donde laboran los candidatos como en su lugar de residencia, para lo  cual se utilizan las asambleas del colectivo laboral u otras reuniones  convocadas a esos efectos; se publican los datos y la trayectoria  revolucionaria de esos compañeros en murales o en periódicos locales u otras  vías, de manera que cualquier trabajador o ciudadano del lugar de que se trate  pueda expresar a las organizaciones de base u organismos del Partido cualquier  tipo de opinión u objeción, la que se tiene muy en cuenta a la hora de aprobar  definitivamente las correspondientes candidaturas. 
                                Finalmente, después de  hechas todas las consultas en un ambiente plenamente democrático, la elección  se lleva a cabo mediante la votación directa y secreta. 
                                (Tomado del sitio digital  del Partido Comunista de Cuba) www.pcc.cu  |