Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Venezuela, Cuba, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Cristobal y Nieves, Grenada y Santa Lucía, condenan de manera categórica el robo y secuestro de un segundo buque que transportaba petróleo venezolano, perpetrado por efectivos militares del Gobierno de Estados Unidos de América, quienes además, actuando como corsarios, han privado ilegítimamente de libertad a su tripulación. Este grave acto de piratería cometido en aguas internacionales, viola la letra y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas, los principios fundamentales del Derecho Internacional y el texto de la Convención para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Navegación Marítima. Constituye una agresión inadmisible contra el comercio legítimo y la soberanía de los Estados.
El ALBA denuncia que este acto desenmascara una intención deliberada de saqueo de los recursos naturales de un país soberano, y establece un gravísimo precedente para la región y para el sistema internacional en su conjunto. Se trata de una estrategia supremacista de dominación neocolonial, orientada a imponer por la fuerza un orden anárquico en el que prevalezca la violencia, socavando el Derecho Internacional y sustituyendo las normas por la intimidación y el despojo.
La Alianza Bolivariana expresa su solidaridad plena y activa con el pueblo y el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, respalda el ejercicio de todas las acciones jurídicas y diplomáticas correspondientes ante las instancias multilaterales competentes, y exige el cese inmediato de estas prácticas ilegales, así como la determinación de responsabilidades conforme al Derecho Internacional.
El ALBA advierte que esta repudiable acción no atenta únicamente contra Venezuela, sino que constituye una agresión directa a todas las naciones, al violar el Derecho Internacional e infringir los principios que sostienen la convivencia pacífica entre las naciones.
Con información de Prensa Latina.
