Camilo es vida y aliento para el pueblo

¿Cómo describir al Comandante Camilo Cienfuegos para tener una idea exacta de su dimensión histórica?

Nos acercaríamos a su figura si dijéramos que se le conoce también como el Señor de la Vanguardia, o El Héroe de Yaguajay;  sin embargo, prefiero mencionar que fue el Comandante de la Revolución, que en pocos meses que vivió después del triunfo revolucionario de enero de 1959, se sembró para siempre en el corazón de su pueblo.

Camilo nació en el reparto de Lawton, La Habana el 6 de febrero de 1932 Hijo de padres originarios de Pravia, Asturias y de Castro Urdiales, Cantabria, de humilde extracción social.

La familia Cienfuegos Gorriarán estaba encabezada por Ramón Cienfuegos, sastre de profesión y anarquista de pensamiento, que luego se acercó hacia líneas socialistas lo cual lo evidencia, entre otras cosas ,el hecho de haber escogido para maestra de Camilo a una profesora de filiación comunista.

El 21 de septiembre de 1949, a los 17 años de edad y ya concluido sus estudios primarios superiores, firmó su boleta de ingreso a Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro.

 Asistió durante el primer semestre del curso académico de ese año, pero abandonó sus estudios por problemas económicos. Durante el período en que fue estudiante de San Alejandro, estuvo trabajando en la tienda “El Arte”, como aprendiz de sastre. Su temperamento jovial y sonrisa sincera, le hacía ganar amigos desde el primer encuentro.

 En 1953 emigra a los EEUU buscando mejores oportunidades de trabajo, sin embargo, la visión del maltrato y la explotación que sufren los trabajadores migrantes lo hacen regresar a su país.

Fuentes consultadas afirman que a su retorno a Cuba en 1954, se suma a la lucha de los estudiantes contra el gobierno ilegítimo de Fulgencio Batista que llegó al poder tras un golpe de estado.

Luego se dirige a México,  donde establece contacto con Fidel  que en ese momento organizaba la fuerza revolucionaria en el exilio, adiestrando combatientes para la guerra de guerrillas con la que se iniciaría la Revolución cubana. Camilo Cienfuegos se sumó a los combatientes que abordaron el yate Granma rumbo a Cuba.

De espontánea sonrisa, barba negrísima  y sombrero alón, gozaba de la  simpatía especial de los niños que ansiaban verlo de cerca, darles la mano y soñar un abrazo del  admirado guerrillero.

Líder carismático y de gran arraigo popular, se caracterizó también por su sencillez , probada valentía y fidelidad sin límites a Fidel.

 Después del triunfo de la revolución, Fidel y Camilo, los inseparables guerrilleros, acudían con regularidad a los encuentros de pelota, algunas veces como espectadores y otras como activos participantes.

En una ocasión en que ambos acudieron al estadio del Cerro para participar en un desafío que se desarrollaría esa noche, surgió la idea de que en las dos novenas jugaran los guerrilleros en una división que daría al juego mucha viveza.

Camilo, acariciando su amplia barba oía la proposición y mascaba fuertemente su tabaco, mientras exhalaba el humo con vigor. Cuando concluyeron de explicarle la idea, respondió como un rayo: “¿Qué integre una novena contra Fidel? ¡Qué va! ¡Contra Fidel yo no estoy ni en juego!”

De carácter alegre era amigo de hacer bromas . Así lo recordaba la revolucionaria Vilma Espín:“Camilo acostumbraba a hacerle bromas a todo el mundo, así que todos estábamos siempre un poco en guardia con él… eran bromas realmente infantiles, que hacían reír.

En los numerosos combates que desde la Sierra Maestra se libraron, Camilo se destacó como un arrojado y valiente combatiente, cualidades que contribuirán a forjar su mito; en abril de 1958 el líder histórico de la Revolución Fidel Castro lo asciende a comandante.

Cuando triunfa la Revolución cubana, formó parte del alto mando revolucionario, combatiendo los levantamientos contrarrevolucionarios que surgieron en Cuba tras la caída de Batista, muchos de ellos orquestados por el dictador en el exilio y algunos subvencionados por el gobierno norteamericano.

Para gran tristeza de su pueblo, Camilo Cienfuegos desapareció físicamente el 28 de octubre de 1959 cuando se trasladaba en una avioneta de Camaguey a La Habana .

Al Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán el pueblo cubano lo lleva en el corazón; fueron escasos los meses que intercambió con él, pero suficientes para darse cuenta de que nunca lo olvidaría.

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