Cuba y Namibia: la solidaridad tatuada en los corazones

Windhoek.- Escuchar la palabra Cuba reiteradamente fuera de la Patria resulta un hecho llamativo, más si viene de personas nacidas en otra nación como Namibia, lejos geográficamente, una distancia que desaparece cuando hay marcas de agradecimiento en el corazón por experiencias vividas.

Alrededor de doscientas personas amigas de la solidaridad y cubanos residentes en Namibia intercambiaron con el Presidente Miguel Díaz-Canel de visita oficial en esta hermana nación africana.

La sola presencia de los amigos de Cuba allí, confirmó el pensamiento martiano de que Patria es Humanidad, idea practicada por Fidel.

 ¨El Comandante en Jefe nos mostró el camino de la solidaridad y la hermandad entre los pueblos y de la confianza en el mejoramiento humano¨, expresó Díaz-Canel.

Así comenzó el intercambio, entre amigos, compatriotas, personas que han ofrecido y aportan toda su energía a apoyar a Cuba con cariño y respeto. Con reiterados cantos de Cuba que linda es Cuba, y Cuba amiga Namibia está contigo, fueron interrumpidas en varias ocasiones las intervenciones de los participantes.

Entre sentimientos encontrados y también recuerdos que no se olvidan, transcurrió el diálogo marcados por recuerdos como los de Sebastián quien fue uno de los niños sobrevivientes de la masacre de Cassinga, en 1977. A Cuba llegó para estudiar en la Isla de la Juventud, a partir de la idea de Fidel de formar a los muchachos que perdieron sus familias en el abominable hecho perpetrado por tropas sudafricanas en aquel entonces.

Cuenta Sebastián que el Comandante en Jefe pidió le tradujera a sus compañeros de batalla, anécdota que recuerda con mucho cariño.

No solo fue Sebastián quien recordó a Fidel con amor, también Martha, una maestra namibiana que conmovida con las historias de heroísmo de los cubanos en Angola y la batalla de Cuito Cuanavale decidió ponerle el nombre de Fidel Castro a su escuela, donde estudian hoy más de mil 500 estudiantes que residen en una zona muy humilde en la periferia de la capital de Namibia. ¨Cada 13 de Agosto celebramos el cumpleaños de Fidel, ya hace siete años, Se ha convertido en un hito histórico para todos los muchachos¨

Sin proponérselo o sí, Martha nunca ha dejado de tener a Fidel a su lado, ni a Cuba tampoco. A ella Díaz-Canel le entregó un cuadro de Fidel, una imagen del Guerrillero-presente con su mochila en la espalda mirando hacia el firme de la Sierra Maestra, una obra del autor Dausel Valdés.

Junto a los amigos de la solidaridad también estuvo una representación de cubanos residentes, que expresaron su sentir en el encuentro. Ellos aman a su Patria, sienten sus logros, pero también les duele sus problemas ¨aquí estamos para echar para adelante en lo que haga falta¨, manifestó uno de ellos.

Ceci o Keneth seguramente no resultan nombres conocidos. Ellos son hermanos de sangre y también de ideas, namibios de nacimiento, pero también cubanos de corazón.

Como tantos que vivieron el horror de la masacre en el campamento de refugiados de Cassinga, llevan esas heridas a cuesta y entregan todas sus energías a apoyar a Cuba.

¨Yo estudie Licenciatura en Deportes en Cuba, y además fue boxeador, me formé en Cuba y ahora todo lo aprendido lo he puesto en práctica aquí¨, dijo con estoicismo Keneth.

Otros que también estudiaron en Cuba bajo diferentes circunstancias, también han sido fruto de la práctica del internacionalismo por Fidel, ellos igualmente estuvieron presentes en el encuentro. Son jóvenes que se autocalifican como ¨los bebés¨ porque están recién llegados de nuestra Patria, graduados del nivel superior. ¨El mensaje es ese, no tenemos como agradecerles a ustedes, extrañamos mucho a ese bello país, por eso tenemos el corazón dividido¨.

¨Así como Cuba luchó por África, sin esperar nada más que la satisfacción por el deber cumplido, ustedes apoyan nuestra causa sin esperar compensación material alguna porque saben que la historia y la verdad están de nuestro lado¨, expresó finalmente el Presidente Díaz-Canel.

¨Ustedes nos han demostrado que la solidaridad no puede ser bloqueada y que permanecerá siempre como un símbolo de la injusticia en favor de los valores que sostienen la Humanidad¨, concluyó.

Poco antes del encuentro con los amigos de la solidaridad y cubanos residentes en Namibia, el Presidente cubano también intercambió como ya es habitual, con los colaboradores en esa hermana nación. Es un grupo de 85 compatriotas laboran en casi toda la geografía de la República de Namibia.

De ellos conocimos durante toda la visita, porque el aprecio y la gratitud que tiene el Gobierno y pueblo namibios sobre la labor que aquí realizan son muy elevados. Ellos han puesto un pedacito de Cuba a la altura de quienes ofrecieron sus vidas en las misiones internacionalistas para que también la nación africana pudiera disfrutar de su plena independencia.

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