Tras fundar la Misión Cultura Corazón Adentro en el estado venezolano de Anzoátegui, el instructor de arte cubano Dayron Martínez Cordero cumple su segunda misión internacionalista en el territorio de Bolívar.

Dayron Martínez, cuando acaba el silencio y aparece el trino

No estudió Medicina y, sin embargo, ha curado al que no sostenía la mirada, a la que se encerraba en un mundo de silencios y al que no tenía amigos. Dayron Martínez Cordero es instructor de arte de la Misión Cultura Corazón Adentro en el Estado venezolano de Bolívar, pero bien pudiera acaparar otros epítetos: “el corazonero de Buena Fe” o “el enanito de Silvio”, alguien que puede recomponer almas.

“Mi primera misión internacionalista la cumplí en el Estado de Anzoátegui, donde fuimos pioneros de la colaboración cultural, entre los años 2010 y 2012. Ahora me encuentro en Bolívar, como asesor de una misión que ha cambiado, trabajando fuerte con los proyectos colmeneros y en todo el quehacer cultural del estado”, dijo.

Como antes lo hizo en Anzoátegui, Dayron construye puentes culturales en Bolívar. En ese extensísimo territorio del oriente venezolano y tras la pandemia, el arte renace entre niños y adultos. Mientras, el instructor cubano se sube al escenario y enseña, haciendo.

“Actualmente funcionan dos Colmenitas Bolivarianas y otro par están en formación. Además, llevamos varios proyectos con empresas, entes venezolanos y con la Misión Médica Cubana. De igual forma, participo, como artista, en todas las obras e iniciativas que pueda, para mostrar también nuestro talento”, agregó Dayron.

Dayron Martínez Cordero lo sabe: recomponer almas deja huellas y cicatrices, a partes iguales. Por suerte, son más las maneras en que se acaba el silencio y aparece el trino: son más las recompensas que los tropiezos.

“En esta misión conocí a un niño que me recuerda mucho a mi hijo, y que tiene dificultades para hablar. Trabajé mucho con él y con su familia, hasta crear vínculos muy fuertes”.

Luego de algunos meses, ya el niño avanza en su comunicación, va mejor en la escuela, no recibe burlas de sus compañeros y, lo más importante, es mi más activo alumno en la Colmenita Bolivariana Mineros de Luz, a la que pertenece.”

No estudió Medicina, pero ha curado el espíritu de muchos. Dayron Martínez Cordero, como parte de la Misión Cultura Corazón Adentro, inspira todavía a los trovadores que soñaron corazoneros y reparadores de sueños. Inspira y crece, porque es un Médico…del Alma.

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