El Partido Republicano, que controla la Cámara de Representantes, autorizó la apertura de una investigación destinada a iniciar un proceso de ‘impeachment’, o sea, un mecanismo legislativo que podría acabar con la destitución del presidente de Estados Unidos Joe Biden.
Los republicanos llevan investigando a Biden desde marzo y hasta la fecha no han podido encontrar indicio alguno de que el presidente estadounidense se haya enriquecido de manera ilícita.
En una votación de 221 a 212, todos los miembros del Partido Republicano apoyaron la resolución para formalizar la investigación, incluido el representante Ken Buck de Colorado, quien había dicho a principios de esta semana que se inclinaba en contra.
El presidente de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, y el presidente de la Comisión Judicial, Jim Jordan, se anotaron una victoria con la votación, al superar la falta de apoyo para la investigación cuando esta se lanzó unilateralmente septiembre bajo el entonces presidente de la Cámara Kevin McCarthy. «Estamos muy satisfechos con la votación de hoy», manifestó Comer, republicano de Kentucky, en declaraciones a la prensa. «Creo que eso envió un mensaje alto y claro a la Casa Blanca».
La votación tuvo lugar después de que Hunter Biden, hijo del presidente, desafiara la citación de los investigadores republicanos para testificar a puerta cerrada, y reiterara que está dispuesto a declarar públicamente como parte de la investigación que dirige el Partido Republicano sobre el presidente.
“Estoy hoy aquí para testificar en una audiencia pública y responder a cualquiera de las preguntas legítimas de las comisiones”, dijo Hunter en su primera declaración pública desde sus dos acusaciones penales. «Los republicanos no quieren un proceso abierto donde los estadounidenses puedan ver sus tácticas, exponer su investigación infundada o escuchar lo que tengo que decir», añadió.
Aun cuando la mayoría de los republicanos de la Cámara de Representantes apoya la votación de la investigación, los líderes del partido han señalado que formalizarla no significa que sea inevitable un juicio político al presidente, incluso mientras crece la presión dentro del partido y su base.
El líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, Tom Emmer, un republicano de Minnesota, hizo eco del sentimiento de Johnson al explicar a los periodistas: “Votar a favor de una investigación de juicio político no equivale a un juicio político”.
Si bien este procedimiento no tiene prácticamente posibilidad de éxito, sí podría convertirse en un problema para la Casa Blanca antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, en las que Biden es candidato.
Los conservadores, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes desde enero, acusan al líder demócrata de haber utilizado su influencia cuando era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) para permitir a su hijo hacer negocios sospechosos.