El futuro se construye desde el presente

A partir del nacimiento de un niño los padres deben de preocuparse por su salud, alimentación y educación, tres motivos esenciales para su desarrollo.

Quizás muchos no se den cuenta que el presente es la etapa más importante en la vida de una persona.

No asimila igual los conocimientos un niño desnutrido y enfermo que uno saludable y que, por lo tanto, esté apto para aprender lo necesario en cada etapa de su existencia.

Según los especialistas las edades preescolares son una muestra de ello; avances de esa etapa son, entre otros, hablar, caminar, conocer y  expresar las cualidades de los objetos, su forma,  color, y  tamaño; también las relaciones que los niños mantienen entre  ellos y con los adultos tienen un gran significado  en la adquisición de cualidades morales que se inculcan desde los primeros años de vida.

La adquisición de esos primeros conocimientos tienen su máxima expresión  hasta que cumple los cinco años de vida; no obstante, si la familia no les propicia ese desarrollo, se puede adquirir  después, pero no con la calidad prevista para esos años.

Llévelo a las bibliotecas y librerías para inculcarle el amor por los libros; permítale que ayude en el hogar con tareas sencillas.  Anímelo a que juegue con otros niños. Esto lo ayudará a entender el valor de compartir y de la amistad.

Es importante que  los padres sean claros y no  cambien las reglas a la hora de disciplinar a su hijo. Explíquele y muéstrele el comportamiento que espera de él. Cuando le diga que no, explíquele lo que debería hacer.

Ayude a su hijo a desarrollar destrezas del lenguaje hablándole con oraciones completas y palabras de adultos, a usar las palabras y frases correctas y a resolver problemas cuando esté frustrado.

Dele un número limitado de opciones sencillas (por ejemplo, que decida la ropa que se pondrá, cuándo puede jugar y qué va a comer de refrigerio).En la enseñanza primaria se  perfecciona lo aprendido y se adquieren otros conocimientos, así como, valores  humanistas y patrióticos que enriquecen su formación  integral en cada nivel educativo.

Igual sucede con la superación; cuando un adolescente interrumpe los estudios y se incorpora al trabajo al cumplir la edad laboral, al parecer no sucede nada trascendental porque fue una decisión que tomó según sus intereses;  pero si al cabo de los años decide reincorporarse a los estudios  significa que se percató de la importancia de continuar superándose.

En el caso anterior lo hará pero con una mayor dificultad porque compartirá las horas de su tiempo entre el trabajo y los estudios, quizás hasta formó una familia y tiene hijos; la complejidad será mayor para llevar adelante con éxito los estudios, aunque eso no constituye un demérito porque nunca es tarde para aprender.

En la vida todo está concatenado y es primordial tener claro este concepto. Si se pierde el tiempo ya sea por desconocimiento o desinterés, los padres perjudican a sus hijos; si no se preparan con anticipación para esa responsabilidad, también.

Lo cierto es que trazarle el porvenir a los más jóvenes desde la familia no resulta fácil, pero con interés y amor puede aprenderse; sobre todo debe de tenerse en cuenta que el futuro se construye desde el presente.

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