Festival Olorum en Cuba catapulta compañía Oyú Oro

Por: Fidel Alejandro Manzanares

Camagüey- Entre los principales eventos hoy en Cuba para rendirle culto a lo más profundo de las tradiciones y esencias afrocaribeñas está el Festival Olorum que recién cerró sus puertas en esta ciudad patrimonial.

Hasta la otrora Villa del Puerto del Príncipe llegó procedente de Santiago de Cuba la Compañía Danza Experimental Oyú Oro cuya obra defiende y firma su directora y fundadora, Danys Pérez Prado (La Mora), radicada en Nueva York pero nacida en la provincia al este de la isla antillana.

En exclusiva con Prensa Latina ofreció un repaso del conjunto, surgido en 1998, y que contó en un primer momento con el amparo del Consejo de las Artes Escénicas santiaguero.

“Oyú Oro surge como un espacio que necesitábamos los artistas para hacer, construir y deconstruir. Un laboratorio trabajando lo tradicional hasta lo contemporáneo. Necesidad de alzar la voz como coreógrafa y maestra, todo un compendio de ideas que teníamos como artistas.

“Aunque surge en 1998, hemos estado trabajando con diferentes generaciones, solo quedan dos fundadores. El grupo ha ido evolucionando . Hoy tenemos muy buenos artistas de Santiago”, añadió.

¿De dónde viene el nombre?

“Oyu Oro en nombre de Yoruba quiere decir como lechuga o flor de agua , también corona de Yemayá. El agua es el elemento de todo, es nuestro elemento”.

¿Cómo le ha ido en los últimos años?

“Desde que comenzamos éramos artistas que queríamos hacer cosas fuera. Entonces en ese momento las Artes Escénicas nos aprobó como proyecto independiente. Lo hacíamos de manera gratis y espontánea.Hicimos giras respaldado por el Consejo de las Artes Escénicas en Santiago”, manifestó la artista.

“Esta nueva generación que surge después de una obra llamada “Siete Mares”, me tocó el corazón. Y nos dimos cuenta de que éramos más que una compañía una familia. Estamos enfocados en querer trabajar. Sin embargo aún no estamos en una plataforma oficial.

«Tal vez sigamos el camino como grupo autofinanciado”, acotó la entrevistada.

Presentaciones en norteamericana han marcado el curso de Oyú Oro desde sus inicios hace ya más de dos décadas.

“En el 1998 estuvimos en el Festival de Jazz Internacional Tecno, en Canadá, después en 2012 en 2014 y 2016 hemos estado trabajando en los Estados Unidos con el Band Brooklyn Academic Music, y con diferentes compañías de afroespacios, afrocéntricos y la diáspora», puntualizó.

¿Cuánto podemos decir que lleva de Santiago, ese sello?

“Es brutalmente santiaguero con su tambora, folclórico. Somos la voz del folclor. Mantenemos la esencia en nuestro programa y repertorio. También lo ampliamos.

“Mi interés es tocar la diáspora como manera amplia, porque eso da información a las comunidades nacionales y extranjeras.

«Así me gusta alzar la voz. Todo partiendo de una base afrocubana”, sintetiza La Mora.

¿Cuánto de importante es el Olorum, en momentos de transculturación y los proceso culturales vinculados a la identidad de los pueblos?

“Olorum es una plataforma perfecta, folclórica, étnica. Es una plataforma para el Caribe, para la mujer negra. Entonces es espacial porque es lo que buscamos”, argumentó.

Se les vio que le siguieron en el pasacalles. ¿Cuánto le impactó?

“Yo me siento inmensamente agradecida y feliz porque la acogida del pueblo camagüeyano fue excepcional. Abrazaron nuestra cultura y música. Porque incluso a veces ese vocabulario no se conoce.

“Hicimos una mezcla de elementos tradicionales cubanos con afro e incluimos un lenguaje del «West África» que no ha tocado suelo cubano, pero que es parte de África, y encontrar huellas y es ahí donde se basa nuestro laboratorio, que también son parte de la diáspora, aunque no está reconocido en nuestra identidad”, concluyó.

Luego de su participación en el Festival Olorum, la Compañía de Danza Experimental santiaguera partirá a sus predios orientales para alistar un estreno, sin embargo la propia Pérez Prado no quiso revelar detalle alguno, aunque sin lugar a dudas procurará tener a las raíces de nuestra identidad como eterno guiño a la madre cultural africana.

(Fuente: Prensa Latina)

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