La sorpresiva invasión multiplicó el patriotismo

Las Tunas Cuba. – Aquellos aviones enemigos camuflados con la insignia de la Fuerza Aérea Cubana, procedentes de Guatemala y Nicaragua, minutos antes de las 6 de la mañana del sábado 15 de abril de 1961, bombardearon simultáneamente los tres aeropuertos con el propósito de destruir la aviación.

El integrante del primer batallón de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), ya fallecido, David Cubelo Rodríguez, testimonió que ocho bombarderos B-26 alzaron vuelo desde Puerto Cabezas en Nicaragua.

Al aproximarse a Cuba tomaron rumbos diferentes: la escuadrilla Puma, integrada por tres aviones atacó el aeródromo de Ciudad Libertad en La Habana, Linda: con otros tres bombarderos se dirigió a San Antonio de los Baños y la formación Gorila, atacó al actual aeropuerto internacional Antonio Maceo de Santiago de Cuba.

En Ciudad libertad encontraron un fuego antiaéreo tan nutrido, que algunos pilotos descargaron sus ametralladoras en áreas cercanas a la base, matando a 7 personas, entre ellas el miliciano Eduardo García Delgado, quien escribió con su sangre el nombre de Fidel, entre otros 53 vecinos de la zona que resultaron heridos.

En el sepelio de las víctimas de aquel sábado 15 de abril, hace hoy 62 años, Fidel proclamó que: “esta Revolución socialista la defenderíamos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores».

El ya fallecido jefe de batallón de milicianos Jesús Vega García, testimonió que en aquella marcha apretada, decididos a triunfar o a morir, que de los más de 50 tuneros que tomaron parte, dos regaron con su sangre las arenas de Playa Girón.

La sorpresiva invasión del amanecer de aquel sábado 15 de abril multiplicó el patriotismo en los cubanos, que en menos de 65 horas derrotaron a los mercenarios, propinándoles la primera gran derrota al imperialismo yanqui en América.

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