Otro encuentro inolvidable con los amigos de la cultura norteamericana

Nueva York.- El edificio de ladrillos rojos de la calle Lexington, número 315, en Manhattan fue este jueves una casa de la amistad entre sectores de la sociedad civil estadounidense y el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Después de encuentros con líderes religiosos de diversas denominaciones cristianas y con científicos estadounidenses, el edificio de ladrillos rojos que es un pedazo de Cuba en la Gran Manzana abrió sus puertas a un grupo de promotores del arte, académicos y directivos del sector de la cultura.

“A nosotros nos era imprescindible sostener un encuentro con ustedes”, les dijo el Jefe de Estado cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien abrió la conversación que fluyó en dos idiomas, pero en un solo código, el amor por la cultura.

Fue una noche de emociones, de expresar simpatías mutuas, varias veces los artistas elogiaron al dignatario por el discurso en la Asamblea General de la ONU, por llevar en su alocución no solo la verdad y los reclamos de Cuba.

Activistas, promotores, artistas hicieron una fila hacia el micrófono para contar cada uno de su amor y admiración por la Isla. De la injusta política de sanciones que tanto determina la relación entre los pueblos se habló en el encuentro entre el Presidente Díaz-Canel y norteamericanos vinculados a la cultura.

Al respecto el Presidente Díaz-Canel afirmó que “los muros solo traen el aislamiento, la fractura y la imposibilidad de que los pueblos puedan aprender uno de los otros, se puedan complementar y puedan apreciar el arte como un patrimonio de la amistad”.

Al término del inolvidable encuentro, el cual cerró un día de muchas emociones, según confesó el dignatario, no se imaginaron que faltaba la sorpresa mayor, llegó a la Sala de la Sede permanente de Cuba ante Naciones Unidas, el actor, director, productor, activista y probado amigo de Cuba, Danny Glover.

Se hizo entonces alrededor de la estrella del cine un círculo de admiradores, entre ellos Díaz-Canel, quien le tomó las manos y le comentó: “Nunca vamos a olvidar lo que has hecho por Cuba, todo lo que hiciste por el regreso de los 5, muchas gracias”.

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