Por su historia y los desafíos actuales, el ALBA está activa

Este miércoles cuando se celebra el “Día Internacional del Multilateralismo y la Diplomacia de Paz” tiene lugar en Venezuela la XXIII Cumbre de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), plataforma de integración que ha defendido durante 2 décadas la independencia, la autodeterminación y la identidad de los países que la integran.

Ante conflictos bélicos mundiales, el genocidio de Israel sobre Palestina, la derecha intentando ganar terreno en América Latina, ante la violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas con el asalto a la embajada mexicana en Ecuador y también las medidas coercitivas sobre países de la región, ¿cuál es la agenda de esta reunión, qué desafíos enfrenta y qué proyecciones se traza? Con estas interrogantes nos acercamos a la Viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro.

La confluencia ocurre en un contexto en el cual los países que conforman el mecanismo de integración están de cara a desafíos multidimensionales que impactan directamente en el bienestar de sus pueblos y sus economías; en un momento en que se hace evidente la necesidad de unir esfuerzos y buscar soluciones conjuntas, subrayó.

La experimentada diplomática aseguró que el ALBA desde su fundación, el 14 de diciembre de 2004, lo que busca es solucionar los problemas que afectan a las naciones que la integran sobre la base de la solidaridad, la cooperación y la complementariedad económica. 

En esta Cumbre -apuntó Vidal Ferreiro- los países miembros nos proponemos intercambiar sobre cómo podemos unir nuestros esfuerzos para encontrar solución a los desafíos que estamos enfrentando, para nuestras economías, para el bienestar de nuestros pueblos a partir de las crisis multidimensionales que tienen lugar en el mundo y que nos afectan a todos por igual.

Además del análisis sobre la situación mundial-regional y cómo afectan a los 10 países que integran el ALBA la agenda de la Cumbre incluye una declaración final, un comunicado especial sobre la situación en Palestina y la presentación de una “Agenda estratégica 2030”.

Es una agenda que recoge acciones que podemos realizar de acuerdo con los recursos disponibles, con las realidades de cada uno de nuestros países a corto y a mediano plazo.

Sobre tales acciones, la diplomática explicó que las mismas estarán enfocadas en varios ámbitos: “En el económico, dijo, se quiere trabajar en cuestiones de soberanía alimentaria, que es una prioridad en general para el mundo y para nuestros países”.

Concerniente al ámbito social, la viceministra habló sobre el propósito de “qué más podemos hacer para promover programas de Salud, de educación en las condiciones actuales”. E hizo referencia al espacio del turismo, donde existe un esfuerzo del ALBA para promoverlo.

También ha habido en los últimos tiempos un esfuerzo del ALBA para ver cómo podemos contribuir desde nosotros, desde nuestros recursos y esfuerzos a mejorar la conectividad aérea y marítima, a mejorar también las capacidades para que nuestros países estén en mejores condiciones para reaccionar ante situaciones de desastres, a cómo recuperarnos. O sea, que hay acciones en los planos de la comunicación, de la cultura, del medio ambiente.

La también coordinadora de la cancillería cubana para temas del ALBA comentó que esta agenda estratégica 2030 pretende tener un alcance real de acuerdo a los recursos disponibles.

Países del ALBA como Cuba, como Venezuela, que teníamos un papel fundamental, clave en la promoción yo diría de programas de alcance masivo, para grandísimos números, para millones de personas en la región, se han visto afectados en los últimos años como resultado de la adopción de medidas coercitivas contra ellos -como es el caso de Venezuela-; y en el caso de Cuba ha sido el recrudecimiento del bloqueo.

Pero esta situación no quiere decir que el ALBA ha estado inactiva, agregó la Vicecanciller, Josefina Vidal Ferreiro. La actividad, desde luego, no ha alcanzado la magnitud de un destino para millones de personas porque -como argumentó Josefina Vidal- “los recursos económicos no los tenemos, lamentablemente; pero sí mantenemos presencia en países promoviendo este tipo de programas a una escala menor”.

Ahí está -como ilustró la diplomática- la etapa de la COVID-19: “De conjunto, dijo, unimos todas nuestras fuerzas y creamos un fondo de vacunas, creamos un puente aéreo para llevar vacunas -tanto las producidas y desarrolladas por Cuba con posterioridad, como las primeras que se pusieron a disposición, desde el mercado, a distintos países de la región”.

Dentro de los esfuerzos del ALBA, la viceministra de Relaciones Exteriores de la República de Cuba mencionó que en el año 2021, cuando San Vicente y las Granadinas sufrió los efectos de la erupción del volcán La Soufrière, hubo un despliegue para hacer llegar donaciones, personal calificado, ayuda médica, e insumos necesarios para salir de esa situación de emergencia.

Entonces, de eso se trata: en la Agenda Estratégica están diseñadas muchas de estas acciones; y yo creo que hay posibilidades de mantener la vitalidad del ALBA, adaptados a las nuevas condiciones y nuevas circunstancias que nos afectan pero siempre con la idea de qué más podemos hacer y cómo podemos seguir avanzando en este esfuerzo, porque el ALBA ha sido clave, yo diría indispensable para beneficiar la vida de millones de personas en estos veinte años de fundada.

El propósito de esta Cumbre es retomar las acciones y planes que se pueden llevar adelante en beneficio de los pueblos, aseveró la Viceministra.

La XXIII Cumbre de la Alianza para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos se celebra en este 2024, momento en que se marcan 20 años de distancia sobre aquel diciembre luminoso cuando los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez encendieron el ALBA en beneficio de los pueblos latinoamericanos, sacudidos por años de colonialismo y explotación imperialista.

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