Quince años del buen vivir para pacientes diabéticos venezolanos

Por: Dalia Reyes Perera

Con la asesoría de los expertos cubanos y la colaboración de sus colegas venezolanos, el Programa del Buen Vivir para el Diabético, a tres lustros de su nacimiento, reporta resultados muy alentadores en la hermana nación bolivariana.

Desde que se fundó el 18 de agosto del 2008, han sido beneficiados unos 270 mil pacientes, quienes,  a partir de tratamientos recibidos,  no han debido sufrir una amputación de sus extremidades, a causa de la llamada úlcera del pie diabético.

La Doctora Tatiana González Estévez, Coordinadora del Programa en la República Bolivariana de Venezuela, reafirma que con estos resultados se consolidan los propósitos de los convenios bilaterales firmados entre ambas naciones, a partir de las ideas gestadas por los Comandantes Fidel Castro y Hugo Rafael Chávez Frías.

Hoy se suman a este empeño varias instituciones médicas como los Centros de Diagnóstico Integral, de Salud Integral y los de Alta Tecnología entre otros, y se cuenta con el apoyo de instituciones científicas cubanas como  el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología y el Centro de Inmunoensayo, así como el Ministerio Popular para la Salud de Venezuela y el Programa Barrio  Adentro II.

La especialista aclara que “El Programa tiene una diversificación en su servicio asistencial, pues participan hospitales, clínicas populares y centros ambulatorios, entre otras instituciones y en estos momentos se extiende a 15 Estados, aunque ya hay otros cuatro que solicitan insertarse, pues a raíz de la Pandemia y las medidas sanitarias que debieron aplicarse, se retrocedió en la presencia del mismo en algunas regiones de la hermana nación que hoy piden su retorno”, reconoce.

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Para cumplir estos propósitos se forman equipos multidisciplinarios con especialistas en Angiología y Cirugía Cardiovascular que aplican el HEBERPROT-P,  producto líder que favorece la granulación y cicatrización de las úlceras, y en el paquete tecnológico se brinda además, el asesoramiento técnico, mientras que se fomentan los necesarios vínculos con los Coordinadores de Programas y se hacen transferencias de tecnologías, todo lo cual es posible gracias a las estrechas  relaciones de especialistas cubanos y venezolanos, para salvar a los pacientes de una amputación y elevar su calidad de vida.

Pero ¿por qué el alto interés de esta cooperación con Venezuela en el Programa del Buen Vivir para el Diabético con la aplicación del HEBERPROT-P? preguntamos a la experta.

Las razones están muy explícitas, pues “la Diabetes Mellitus es una Pandemia, una enfermedad crónica no transmisible y varias organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud registran que es la novena causa de muerte a nivel mundial, por otra parte, afecta a países desarrollados y no desarrollados, y Venezuela ocupa el quinto lugar en América Latina de mayor incidencia de ese padecimiento en un alto por ciento de la población, con más de 32 millones de habitantes, y desde el punto de vista económico, son altos  los costos asociados al tratamiento de los pacientes que debutan con la úlcera del pie diabético, cifras ascendentes a 12 mil 698 dólares por cada enfermo”, enfatiza.

Hoy son notables los impactos del programa, que van desde la felicidad de los recuperados y sus familiares, hasta los beneficios económicos, al disminuir los gastos asociados al tratamiento de la enfermedad.

“Con la introducción del producto líder, el HEBERPROT-P,  se da más calidad de vida a los pacientes, aumenta su sanación, y se incorporan más rápido a la sociedad, incluso hay mayor bienestar sicológico del acompañante, se favorece la granulación y cicatrización de las heridas y ayuda a que los enfermos no tengan que someterse con frecuencia a las intervenciones quirúrgicas, además de disminuir los costos asociados a las operaciones y al consumo de material de cura en servicios hospitalarios o de manera ambulatoria”,  resalta finalmente la experta. 

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