Todos somos Cuba

Todos somos Cuba

Ni el conformismo, ni el dejar hacer. Ninguna de las dos posturas resulta aceptable en tiempos como este cuando las personas opinan, evalúan, cuestionan y hasta insertan en las redes sociales cualquier tipo de contenidos.

A diario, somos testigos de disímiles comentarios sobre temas de la realidad nacional cubana, pero en pocas ocasiones apreciamos que, como parte de los criterios que se vierten, la palabra nosotros en plural está presente. O sea, creemos en general que la solución de nuestros problemas compete solo a otro grupo de personas y el ingrediente de nuestro aporte y esfuerzo individual, no es importante.

Es una postura que lleva tiempo modificar. Porque, de acuerdo con nuestro punto de vista, requiere de una verdadera participación popular en el concepto más amplio de la palabra: aprender haciendo y participando, siendo parte de un proyecto o sumando el criterio para su concreción.

Uno de los eslabones de esa cadena que es preciso fortalecer está en la comunidad, en el barrio, donde las personas conforman sus propias mediaciones comunitarias, institucionales, donde más tiempo permanecen y como decimos los cubanos «chocan» con la concreta del día a día.

Es muy real que cuando las soluciones en un barrio fluyen por la impronta colectiva, por el aporte de las personas y se llevan a punta de lápiz los gastos del presupuesto o en qué se decidió invertir en cada lugar, nos sentimos más protagonistas y actúan como entes activos de control popular; hacen y destierran el conformismo y el dejar hacer porque el resultado de ese control popular en una democracia genuina lleva a mayor espiritualidad en el barrio y mejora los estados de opinión.

Pusimos el ejemplo de los barrios, porque después de más de un año de impulsado el programa de transformación en las comunidades más vulnerables, las experiencias y enseñanzas que han derivado llevan a la necesidad de impulsar y potenciar aún más la participación popular, lo cual conecta con el proceso democrático desarrollado por la nación para elegir a sus delegados de base de circunscripción primero, y ahora con la aprobación en Asambleas Municipales de los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La frase recurrente de que Todos somos Cuba debe encontrar en cada uno de estos procesos una participación cada vez más activa y proactiva, lo cual no significa que a quién o quiénes les corresponda por sus responsabilidades no se les exija por eso. Y en este sentido entonces están las rendiciones de cuenta que nos permitirán avanzar y seguir resistiendo creativamente desde la comunidad, el municipio y hasta la nación, y viceversa.  A eso aspiramos.

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