? Cuba, guardiana de los guardianes de Venezuela

Caracas, Venezuela.- En el Palacio de Miraflores la presencia de Hugo Chávez parece perpetua. Su voz retumba en las paredes, su rostro se adivina en cualquier joven soldado y su obra está allí, incluso, en un grupo de médicos cubanos que, intramuros, defiende la salud de la Guardia de Honor presidencial.

Se trata de un Centro de Diagnóstico Integral diferente, nacido por iniciativa directa del Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana, justo donde tanta vida y esperanza creó para su pueblo.

“Este CDI existe desde el año 2012, cuando Chávez decidió, a raíz del avance de la Misión Barrio Adentro, que se atendieran las necesidades de salud de los militares que prestaban servicio en la guarnición presidencial.”

Según el doctor Luis Francisco Romero Pupo, coordinador del CDI Guardia de Honor Presidencial, en el Palacio Miraflores, atiende patologías propias de la vida militar que llevan sus pacientes, como traumas por accidentes y enfermedades infecciosas.

“Tenemos una población joven, con un promedio de edad menor de 30 años, por lo que resulta escasa la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles. Sí abundan las afecciones agudas y el trabajo de diagnóstico, una vez que los soldados ingresan al servicio.”

Unos 3 000 soldados y oficiales de la guarnición presidencial reciben aquí cuidados de primer orden. Además de los servicios propios de una institución de este tipo, el CDI Guardia de Honor cuenta con 3 consultorios, atendidos por médicos cubanos, que velan por la salud de diferentes unidades.

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“Tenemos sala de Urgencia, Terapia Intensiva, Rayos X y otros servicios de imagenología. También contamos con Estomatología, Oftalmología y 2 salas de Medicina, para hombres y mujeres, con 10 camas para el ingreso de nuestros pacientes.”

En este prestigioso centro de la Misión Médica Cubana sobresale el trabajo conjunto con profesionales de la salud venezolana, así como una brigada de probada valía y resultados asistenciales.

“Ellos se esfuerzan y es digno de aplauso lo que logran. Aquí la disciplina es diferente y nos hemos acoplado muy bien. Estoy muy orgulloso de dirigir esta brigada.”

En Miraflores, Hugo Chávez será eterno. En las paredes retumba aún su voz, su rostro se adivina en el de cualquier soldado y se siente su mirada, desde el cercano Cuartel de la Montaña, llena de orgullo también por ese grupo de cubanos que, intramuros, defiende la salud de la Guardia de Honor presidencial.

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