Cuba y Serbia: más de 120 años de relaciones históricas y muy positivas

Cuba tiene en la más alta estima las relaciones con Serbia. No puede ser de otra manera cuando hay lazos históricos donde sobresalen figuras tan entrañables para ambos pueblos como el mariscal Josip Broz Tito y el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Reino medieval, imperio, territorio conquistado por los otomanos, independiente y en expansión, diferentes etapas ha vivido Serbia, heredera también de la Yugoslavia socialista. Los hijos de esta tierra del sureste europeo han liberado grandes batallas, sufrido conflictos y resistido crueles bombardeos, todavía esta generación recuerda los misiles y bombas de la OTAN cayendo sobre el territorio serbio durante el año 1999.

Aunque la relación entre La Habana y Belgrado acumule más de 120 años, fue la Revolución la que abrió un camino hacia fuertes lazos de amistad y cooperación. La amistad y admiración entre Fidel y el líder yugoslavo Josip Broz Tito, en la época en que Serbia era uno de las seis Estados que integraban la República Federal Socialista de Yugoslavia,mucho tiene que ver en la consolidación de esos nexos.

El primero de los encuentros entre ambos líderes ocurrió en 1959 durante la presencia del Comandante en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.

En la sesión del jueves de esa semana, Fidel y los demás miembros de su delegación acudieron a saludar a Nikita Jruschov, en el salón de sesiones de la ONU. Momentos después, Tito fue hacia Fidel y departió con el líder revolucionario durante unos minutos en medio de la expectación general, reseñan los reportes del suceso.

 En marzo de 1976, Fidel arribó a Belgrado y volvería a conversar con el Mariscal yugoslavo, con quien mantuvo una amplia plática en la residencia de este en el parque nacional de Brioni. Tito, por su parte, llegaría a La Habana en agosto de 1979 para participar en la VI Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).

El 14 de septiembre de 1986, durante una visita de estado, el líder de la Revolución Cubana fue condecorado con la Orden Gran Estrella de Yugoslavia —la más alta distinción de la extinta federación— y la Placa Dorada de la Ciudad de Belgrado.

El 14 de septiembre de 1986, durante una visita de estado, ocasión en la que fue condecorado con la Orden Gran Estrella de Yugoslavia —la más alta distinción de la extinta federación— y la Placa Dorada de la Ciudad de Belgrado, el líder histórico de la Revolución, en entrevista a la televisión de ese país, comentaría:

«Hemos tenido una visita rica en experiencias, rica en discusiones. Visitamos ayer monumentos importantes, también depositamos una ofrenda floral, y después pasé por un momento muy emocionante cuando visité el memorial de Tito y pude ver su tumba, tan sencilla, allí donde él quiso descansar». 

Yugoslavia fue el primer país socialista que visitó el Che. Llegó allí el 11 de agosto y realizó una estancia oficial de seis días. Recorrió las entonces repúblicas yugoslavas de Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Macedonia, mientras que el General de Ejército Raúl Castro Ruz, entonces Segundo Secretario del Comité Central y Vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministro, estaría en 1989, al frente de la delegación cubana a la IX Cumbre de MNOAL, celebrada en septiembre de ese año.

Al actual líder de la Revolución le correspondió reinaugurar los intercambios de primer nivel entre ambas naciones, luego de la desintegración de Yugoslavia. Prueba de ello han sido las visitas oficiales a Cuba en 2015 y 2017 de los dos últimos presidentes de esa nación europea, Tomislav Nikolić y Aleksandar Vucic. A  Nikolić le fue impuesta la orden José Martí, la más alta que otorga el Estado cubano. Su sucesor y actual presidente serbio Aleksandar Vucic durante su estancia en Cuba dictó una conferencia en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, en cuyo podio confesó que en Cuba se sentía como en casa.

A estas positivas relaciones han contribuido además, la visita a La Habana del canciller serbio a principios de agosto del pasado año, y la del ministerio cubano de exteriores a Belgrado dos semanas después. También, hace solo cuatro meses estuvo en Cuba la Viceprimera ministra y titular de Cultura de la nación Balcánica Maja Gojkovic, y al recibirla, el primer ministro Manuel Marrero Cruz, le expresó que «el pueblo de Serbia al igual que el de Cuba son pueblos dignos, que se caracterizan por ser muy independientes».

Esta visita de Estado a Serbia que inicia este 21 de junio el Presidente cubano Miguel Díaz – Canel Bermúdez, fomentará el diálogo y será una oportunidad para llevar la cooperación económica y comercial, al mismo nivel político que existe entre el mayor archipiélago del Caribe y la tierra balcánica, dos países defensores de su soberanía y autodeterminación.

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