El oro de la vida viste de blanco

Manzanillo, Granma- Es una enciclopedia de saberes y experiencias, de sencillez y humildad porque así anda, día a día, por su segundo hogar, el Hospital Provincial Materno Fe del Valle Ramos, de esta ciudad, de la oriental provincia de Granma.                                                               

Nacida en Banes, Holguín, hace 54 años atrás, la doctora Mirtha Jhonson Quiñones se encarga de destrozar la aseveración de que las apariencias engañan, porque bastan minutos de conversación para percatarse que la seriedad, rectitud y la disciplina solo son reglas de oro dentro de su consulta.

Fotos del autor y cortesía de la entrevistada

“No me gusta mezclar el trabajo con la amistad, con el ámbito social, siempre lo he sentido así. Sobre los hombros de nosotros está la salud de muchas personas y es lo que debe primar ahí: el humanismo, la ética, la responsabilidad, la consagración. Todo el paciente que acude a mí lo siento como un familiar, debo respetarlo y, por eso, me he ganado el respeto también.”

Primogénita y orgullo del hogar fundado por Mirtha y Máximo, del que nacieron otros dos vástagos (uno también profesional de la medicina y el otro profesor de Cultura Física), mi entrevistada la conocen ellos, y los más cercanos como la Niña Jhonson, calificativo que describe el afecto y cariños.                                                  

En 1992, se graduó de médico con título de oro, hoy es experta en segundo grado en Ginecología y Obstetricia, presidenta del capítulo Granma de esa especialidad, máster en atención integral a la mujer y profesora auxiliar.

“Para mí es la especialidad más linda porque tienes el privilegio, en ese momento, de ver el nacimiento, el llanto del bebé que es un instante único e indescriptible, es lindo. Al mismo tiempo que la mamá salga bien y que los dos puedan compartir el gozo que es para nosotros, la familia y la sociedad.”

La estela profesional, humanista y solidaria, esta doctora también la escribió entre 2007 y 2009 en la República de Ghana y en la República Cooperativa de Guyana de 2015 a 2018.  

El sobresaliente desempeño le valió ser reconocida entre los profesionales de las Ciencias Médicas de Granma que merecieron la Medalla de Trabajador Internacionalista a propósito de los 60 años de la colaboración Médica cubana por el mundo.

“Las enfermeras que laboraban conmigo me decían que por qué yo trabajaba tanto, en ocasiones me reclamaban que apagara el celular y que no respondiera y les decía que el día que hiciera eso, dejaría de ser médico.

“Es una lástima que todos los profesionales de la Salud Pública de Cuba no tengan la oportunidad de salir al exterior para poder comparar las diferencias de la Medicina cubana con las de otras latitudes, las características de los profesionales de nuestra Isla son única.

“La mejor satisfacción es cuando la paciente se marcha complacida, el criterio positivo sobre mi desempeño en una operación o en consulta.”

La Jhonson es una mujer feliz porque cumplió con sus padres, vive orgullosa de los hermanos, y de entregarse siempre a sus pacientes y alumnos.

“Siempre fiel al Partido Comunista de Cuba, a la Revolución, al trabajo, la familia y Fidel, que, aunque ya no está entre nosotros físicamente, lo sigue estando porque lo siento presente, vivo y hoy sus enseñanzas son necesariamente imprescindibles.”

Nunca bastan las primeras impresiones o los que otras personas digan sin tocar el alma, entrar y conversar. Cada día, la doctora granmense Mirtha Jhonson Quiñones lo demuestra con creces y confirma una verdad: el oro de la sencillez y la humildad, de la salud y la vida, también viste de blanco.

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