En San Vicente y las Granadinas, como en casa

En San Vicente y las Granadinas, como en casa

Cada vez que se menciona la palabra Cuba en el Caribe, es como si nuestros corazones se apretaran en un solo puño. Lejos de la Patria, el nombre de cada colaborador es como si llevaramos a todo nuestro país con nosotros.

No tenemos cómo agradecerles a ustedes por tanto que han hecho por nosotros, es una frase reiterada durante el comienzo de esta gira que realiza el Presidente por el Caribe. Durante las horas que permanecimos en San Vicente y las Granadinas, se siente un orgullo sano, como lo dijera el mandatario, salimos de una tierra caribeña para llegar a otra, amiga y hermana.

En San Vicente y las Granadinas, no es casual encontrar a nativos graduados en nuestro país. Eso asombra, porque tampoco tenemos la dimensión exacta de la tamaña obra internacionalista y humanista construida por Cuba durante estos años; hemos compartido lo que tenemos y no lo que nos sobra, y eso será siempre un referente no solo para este continente sino para el resto del planeta; Fidel lo anticipó al expresar que “Un mundo mejor es posible”.

Foto: Alejandro Azcuy

Y no podían celebrarse de mejor manera los treinta años de establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y San Vicente y las Granadinas. Díaz-Canel devuelve ahora la visita, que ya en Mayo pasado había realizado el Honorable Primer Ministro, Ralph Gonsalves: “los amamos, y al pueblo de Cuba también”, fue una conmovedora frase escuchada por el premier sanvicentino.

De acuerdo con el sitio oficial de la Presidencia de Cuba, esta es la primera visita que realiza un Jefe de Estado cubano a la nación caribeña. Foto: Estudios Revolución

Cariño, amor, agradecimiento, solidaridad… cada una de estas palabras incrementó su significado durante nuestra estancia en San Vicente y las Granadinas. Un pueblo de gente noble, que ríe a cada paso, miran como hermanos aunque a nuestras dos tierras las separe la inmensidad del Mar Caribe.

Entonces, se corrobora lo que nos anticiparan a nuestra llegada en el Aeropuerto Internacional de Argyle –por cierto un sueño que abrazó Fidel y que culminó su construcción en 2017–, “en San Vicente y las Granadinas, se sentirán como en casa”. Y así fue.

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