En su interesante libro dedicado a la historia de Cuba, la doctora Francisca López Civeira nos dice que en la caricatura gráfica de inicios del siglo XX, el personaje de Liborio, creado hacia 1906 por Ricardo de la Torriente, fue identificado como la imagen del pueblo en aquella circunstancia.
Liborio representó el sentimiento de frustración popular al observar los problemas de Cuba.
La presencia de Martí junto a Liborio en la caricatura de Ricardo de la Torriente, que no fue muy frecuente en la época, Martí está representado en la misma actitud de Liborio, como un cuadro en la pared que observa el desastre de su pueblo.
La narrativa, la poesía y la caricatura formaron parte de las múltiples maneras en que se expresó la frustración del pueblo por aquellos años.
Entre los años 1920 y 1925, fueron varios de los factores que provocaron el inicio de acciones colectivas para promover cambios en la sociedad cubana.
Entre los más importantes hay que señalar el inicio de la crisis estructural de la economía cubana; el deterioro del sistema político, dado sobre todo, por el rechazo a la corrupción político administrativa, y la injerencia norteamericana, además de los problemas sociales que se derivaron del propio sistema político-social.
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