Las lecciones de María

? Las lecciones de María

Manzanillo.- Desde muy joven, todo lo que esta mujer ha hecho en su vida es trabajar y trabajar; consagrarse bien a lo que hace con el mejor y mayor de los valores que pueda tener como tesoro una persona: la humildad.

En los primeros compases del diálogo, María de los Ángeles Fonseca Viltres me comenta que la familia, amistades y vecinos le inquieren que cuándo dejará de laborar, cuándo dejará de madrugar para dejar todo listo en casa y marchar hacia el que ha sido su centro de trabajo por casi 20 años.

Todavía a mis 68 años me quedan fuerzas para aportar. Imagínate que antes laboré en un organopónico de la ciudad. Yo no le tengo miedo al trabajo: qué había que hacer desyerbar, allá iba; sembrar tomates, pues pa´lante. Y así en todas las tareas.

“El ‘Infantil’ ha sido una buena etapa de mi vida. Aquí estoy, al cumplir los 20 años de labor, y no me arrepiento de subir cada mañana la ‘lomona’ para llegar”, comenta la mujer. El periodista descubre un rostro alegre y jovial, pero que junto a las manos delatan los años de sacrificios que abonan el almanaque personal de esta manzanillera.

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María de los Ángeles es una de las diez auxiliares de limpieza del Hospital Provincial Pediátrico Docente Hermanos Cordové, la institución más antigua entre las que componen el sistema de Salud Pública de la oriental provincia de Granma.

Llego a las siete de la mañana y le “recibo” a la compañera que estuvo de servicio en la noche en el Cuerpo de Guardia, mi área de trabajo. De ahí nos dirigimos al salón para analizar los aspectos del día y después cada una para su la´o.

Sacudimos el techo y después limpiamos las superficies de los asientos y las mesas, barrimos en los salones. En las consultas pasamos la colcha húmeda porque en esos locales no se puede barrer.

Para mí, es fácil porque desde niña me habitué a limpiar mi casa. A todos nos gusta que nos cuiden la limpieza, pero lo que suceda en el trabajo yo lo hago con amor. Los niños vienen enfermos y uno no puede tener mala cara, siempre con una sonrisa. El pequeño puede orinarse o vomitar y enseguida limpio el lugar donde eso sucedió.

Pero hay quienes no les importa y ensucian los locales y áreas y después critican que el hospital está sucio…

“Ese es un tema complicado porque no todas las personas tienen el mismo carácter, pero uno trata siempre de conversar y de que comprendan que esta es una instalación que tiene que permanecer limpia. Siempre hay quien me lanza un papelito, un naylito con algo pero son los menos ya.

“Yo converso con los padres o cualquier familiar, uso hasta bromas para que sonrían porque están tensos, pero tiene que cuidar nuestro esfuerzo porque requiere de mucho sacrificio para nosotras. Ellos me agradecen».

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– Este es el hospital más antiguo de Granma, sin embargo está muy bonito, cuidado…

“Claro, mi niño, si todos trabajamos unidos. Aquí no perdemos tiempo, puede que falte algo, pero desde la administración, los médicos y enfermeras, nosotras somos una familia. Eso es lo importante para que las ‘cosas’ salgan bien.”

– Bueno, ¿y la jubilación para cuándo?

(Sonríe pícara y enseguida retoma la palabra) Quiero terminar este año, después veremos qué pasa, quizás me vaya a casa a descansar.

– Salud que haya, que belleza sobra…

(Suelta una carcajada preciosa que contagia al reportero) “Ay, gracias, mijo. Cierto.”

María de los Ángeles Fonseca Viltres, la auxiliar de limpieza del cuerpo de guardia del Pediátrico manzanillero, es una cubana orgullosa y feliz por lo que hace: dejar relucientes cada una de las áreas que atiende, porque eso también es cuidar la salud y la sonrisa de los niños.

Escuche la voz de María en la propuesta radial:

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