Cada 14 de junio, Cuba celebra el Día Mundial del Donante de Sangre con una amplia jornada nacional que, desde el respeto y la admiración, rinde homenaje a quienes, con un gesto altruista y solidario, salvan vidas.
El doctor José Luis Aparicio Suárez, especialista en Hematología y director nacional de Posgrado del Ministerio de Salud Pública (Minsap), explicó que desde el 8 hasta el 14 de junio de 2025 se desarrolló en todo el país la Jornada del Donante Voluntario de Sangre. Esta fue impulsada por el Minsap y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), y tuvo como objetivo central fomentar la cultura de la donación responsable y habitual.
Las actividades abarcaron actos de reconocimiento, campañas de sensibilización comunitaria y homenajes tanto a los donantes más activos como al personal de salud encargado de garantizar la calidad y seguridad de cada extracción. También se reconoció el respaldo de las familias y la labor de los fundadores del programa, pilares de esta tradición solidaria.
En esta edición, además, se distinguieron zonas y centros laborales que han desempeñado un papel destacado en la promoción de la donación, fortaleciendo una cultura de solidaridad colectiva. Como parte de las acciones, se crearon destacamentos de donantes voluntarios en comunidades, centros de estudio y de trabajo, y se organizaron jornadas de donaciones masivas para reforzar las reservas del banco de sangre nacional.

“Todo el proceso se realiza bajo estrictos protocolos de seguridad, garantizando el bienestar del donante y la calidad del producto sanguíneo,” señaló el doctor Aparicio Suárez. Los requisitos incluyen tener entre 18 y 60 años, un peso superior a 50 kilogramos y una estatura mínima de 1.50 metros.
Instituido en 2005 por la Asamblea Mundial de la Salud, el Día Mundial del Donante de Sangre reconoce la invaluable contribución de las personas voluntarias y no remuneradas que, con su gesto, salvan vidas y garantizan la disponibilidad de sangre y hemoderivados seguros.
En Cuba, donar sangre no es solo un acto médico, sino una expresión profunda de humanidad y compromiso con la vida. Es el reflejo de una nación que ha hecho, de la solidaridad, un principio esencial de su sistema de salud.
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