En una jornada colmada de afectos, el vicepresidente cubano Salvador Valdés dialogó en Brasilia con amigos solidarios, compatriotas residentes y personal diplomático, exaltando la vigencia del respaldo brasileño a la Isla.
Tras asistir la víspera a la Cumbre Brasil-Caribe, el encuentro se convirtió este sábado, en un céntrico hotel capitalino, en un espacio de reafirmación política y expresiva, en el que se evocaron décadas de hermandad entre Cuba y Brasil más allá de gobiernos de turno, informó la agencia de noticias Prensa Latina en un despacho fechado en Brasilia.
Valdés agradeció la constancia de quienes acompañan a Cuba desde el triunfo revolucionario en 1959 y denunció con firmeza el impacto devastador del bloqueo económico, comercial y financiero que impone Estados Unidos desde hace más de seis décadas.
Ese cerco ha sido intensificado en los últimos años con 243 medidas, incluso en medio de la pandemia de Covid-19, señaló.
«Afecta todas las esferas de nuestra vida: salud, alimentación, energía, transporte, educación… es una política cruel e inhumana», manifestó.
María Auxiliadora César, veterana del movimiento solidario, recordó cómo el respaldo a la Revolución cubana emergió desde sus inicios y se mantuvo vivo, incluso bajo la dictadura militar brasileña (1964-1985).
«La solidaridad con Cuba es parte de nuestra historia de resistencia», refirió.
Pedro Batista, exiliado acogido en la Isla, compartió su testimonio con profunda gratitud. «Allí fui recibido como un ser humano, no como un refugiado. En Cuba aprendí que la dignidad no se negocia».
Fernando Sequeira, médico graduado en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), destacó que cientos de egresados brasileños de esa institución prestan actualmente servicios en comunidades apartadas. «Aprendimos a cuidar vidas donde nadie más quiere ir. Eso lo enseñó Cuba», apuntó.
También tomó la palabra Sol Elena Rodríguez, representante de la Asociación de Cubanos Residentes en Brasil José Martí, quien reiteró la denuncia al asedio de Estados Unidos y rechazó la inclusión de Cuba en listas unilaterales sobre terrorismo. «Esa calumnia ofende a un pueblo noble y solidario», indicó.
El vicepresidente explicó que, pese al recrudecimiento de la hostilidad de Washington, Cuba sigue en pie, buscando soluciones internas, con creatividad y firmeza. «Resistimos con dignidad, convencidos de que la justicia está de nuestro lado», certificó.
Añadió además que el pueblo cubano defiende con conciencia su proyecto social, no como imposición, sino como decisión soberana de construir un país más justo. «Seguiremos siendo solidarios siempre», subrayó.
El encuentro cerró con abrazos renovados, fotos, expresiones de apoyo. En tiempos difíciles, quedó claro que la solidaridad con Cuba no es nostalgia: es compromiso activo, es ética en movimiento.
(Fuente: Agencia Cubana de Noticias)