Caminar, ejercicio y tónico para la mente

Caminar, ejercicio y tónico para la mente

En la actualidad, caminar deviene la actividad preferida para los pacientes en recuperación después de un ataque al corazón. En realidad ocho de cada diez personas mejorarían su estado de salud si lo hicieran con sistematicidad.

Según los expertos, las ventajas no se notan de inmediato, aunque después de hacerlo durante varios días produce un agradable bienestar al cuerpo. Sin percatarse se siente la necesidad de practicarlo mayor tiempo y llega a convertirse en un hábito que se realiza con agrado.

Dentro de los múltiples beneficios que proporciona están disminuir la presión arterial sanguínea a los hipertensos, a la vez que fortalece el corazón.

También reduce los riesgos de la arteriosclerosis al bajar los niveles  de las lipoproteínas de baja densidad y aumentar los niveles de las lipoproteínas de alta densidad —colesterol  bueno o protector—; además ayuda a reducir el peso corporal a lo que se agrega ser una válvula de escape contra el estrés.

Al efectuar el ejercicio se recomienda mantener una postura erguida al hacerlo, y  también mover los brazos de manera amplia y rítmica; una corta caminata a paso lento después de la cena promueve la digestión y aumenta  velocidad de vaciado del  contenido de su estómago.

Existen varios tipos de caminatas: la lenta equivale a llevar un ritmo de 18-30 minutos por milla.  Esta es la forma de caminata que se recomienda para empezar, en especial a las personas que están en sobrepeso, los ancianos, y para  aquellos que están sometidos al programa de rehabilitación cardíaca.

A la mencionada le sigue la caminata de intensidad moderada. Su ritmo es mas rápido, de catorce a diecisiete minutos por milla. La mayoría de las personas que practican la caminata caen dentro de esta categoría.  Al tipo que le sigue se le considera de alta intensidad. Su ritmo o paso es mucho más rápido que el anterior, de diez a trece minutos por cada milla.

Caminar menos de dos veces por semana  produce poco o ningún cambio significativo en nuestro cuerpo. Lo ideal es tres o más veces. Recuerde que si su objetivo es rebajar libras deberá caminar tres o más millas en ese tiempo.

Ese ejercicio es, además, un tónico para la mente y el cuerpo. Esto impartirá vigor a sus  fuerzas, robustecerá sus fuentes de energía y promoverá un estado emocional más positivo ante la vida. Es recomendable hacerlo por lugares agradables y si es en contacto con la naturaleza será mucho mejor.

Para mantener la figura no sólo sirven los ejercicios aeróbicos. Científicos afirman: el secreto radica en modificar las actividades cotidianas: subir escaleras en lugar de usar el elevador, y caminar en lugar de ir en automóvil o autobús.

Caminatas regulares aumentan el ritmo metabólico. Es conocido el hecho de que una caminata cinco veces a la semana por 30 minutos a una intensidad de moderada a vigorosa aumenta su ritmo metabólico. Este aumento dura varias horas después del ejercicio, por lo que se continua quemando calorías a una velocidad más rápida aún después de terminada la caminata y estar relajados..

Ayudan, además, a acelerar el tiempo del tránsito intestinal. Algunas investigaciones y médicos creen que los ejercicios aeróbicos ayudan a que los alimentos permanezcan menos tiempo en el estómago y los intestinos, por lo que hay menos tiempo para que las calorías y la grasa sean absorbidas.

Las caminatas aumentan el tejido muscular. Las regulares aumentan la proporción de peso músculo en todo el cuerpo que lucirá más firme, liso y moldeado..

Los especialistas  son del criterio que con  sólo caminar media hora, las personas con depresión logran mejorar su estado de ánimo, reducen los pensamientos negativos, el enojo, la tensión y el cansancio. Otros estudios han comprobado que el ejercicio favorece los resultados de los medicamentos antidepresivos.

Son numerosos los beneficios que ofrece caminar a la salud por lo que los especialistas recomiendan que se comience lo antes posible y sin pensarlo dos veces.

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