En Angola, en el medio del pecho, Cuba

Fotos: Estudios Revolución y archivo

Luanda: La visita a la República de Angola deja la intensidad no solo propia de la agenda de trabajo del Presidente Miguel Díaz Canel, sino además la huella emocional de saber que, otra generación de cubanos y también de angolanos, sigue manteniendo la continuidad bien forjada por indisolubles lazos históricos y culturales, pero también en el orden económico y comercial.

Casi 72 horas de estancia en Luanda, resultaron suficientes para confirmar que en Angola la palabra Cuba es sagrada.

Se le quiere no solo por la épica vivida, sino además porque el ejemplo de Internacionalismo y solidaridad siguen como luces propulsadas por el pensamiento martiano de que Patria es Humanidad.

Por eso la visita tuvo dos contenidos: lo histórico remarcado por el Presidente en cada uno de sus discursos, en las conversaciones oficiales y el encuentro privado con su homólogo Joao Manuel Gonzalves Laurenco, también con su presencia en la Asamblea Nacional de Angola.

El otro, el del intercambio económico y el compromiso de que Angola sigue estando en un sitio prominente para Cuba, y en las actuales circunstancias puede encontrar nuevos nichos para consolidarse e incrementarse.

Díaz-Canel lo apuntó en varias de sus comparecencias ¨en Angola se ha sentido como parte de la familia¨. No es casual.

Los encuentros con colaboradores de varios sectores igualmente escalaron bien alto. El potencial de la colaboración civil de nuestro país en Angola es el más diverso en el continente africano. No solo está en la salud, sino que además se abre hacia otras esferas como la construcción y el sector empresarial. Se puede seguir ampliando y consolidando.

De la solidaridad, siempre se puede esperar lo mejor. En Angola el encuentro resultó expresión de que el apoyo hacia Cuba está extendido en todo el país. Los Caimaneros, jóvenes angolanos que estudiaron y se graduaron en Cuba, confirmaron que su formación en nuestro país resultó como una semilla pequeña que germinó frutos grandes ¨lo que pasa en Cuba también nos duele a nosotros. Cuba hoy y siempre, la llevamos en el corazón¨, la frase no solo fue reiterada sino que la llevan como estandarte.

Tres memorándums de entendimiento fueron rubricados por ambos presidentes en esferas como el Turismo, los mecanismos de regulación de medicamentos y dispositivos médicos y también de cooperación entre las Zonas Especiales de Desarrollo Mariel en Cuba y de Luanda-Bengo en Angola.

Fue tema coincidente que es posible avanzar en otros terrenos como la Biotecnología, y continuar la formación del recurso humano, uno de los puntos fuertes de la colaboración cubana en tierra angolana.

Resulta gratificante visitar a Angola hoy, una nación que lucha por crecer y desarrollarse, donde al cubano se le sigue llamando ¨primo¨, y la vida no huele a humo y metralla.

Entonces la epopeya del pueblo cubano en este continente sigue viva, no fue en vano, porque parecen que en los sitios más emblemáticos de este país, Agosthino Netho y Fidel siguen llenando de luz  y esperanza a esta parte de la geografía.

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