Fragua Martiana, donde se venera  a José Martí

Existen ocasiones que las personas  confiesan que les escasea el vocabulario para definir a José Martí quien por sus acciones defendió el concepto de que Patria es humanidad.

El 28 de enero de 1952 en el aniversario 99 de su natalicio se inauguró en acto oficial de carácter nacional el Museo-Escuela Fragua Martiana..

Ubicada en la intersección de las calles Hospital y Vapor, en el Municipio  Centro Habana adscrito a la Universidad de La Habana y declarado Monumento Nacional, un lugar donde hasta el último  de sus rincones recuerdan  a José Martí  el más universal de los cubanos.

Fotos de Internet (Archivo)

Se trata de un sitio donde los niños inician el camino de amor a la Patria, que inspira respeto y solemnidad, materializa en la acción cotidiana, su labor de extensión universitaria, y  su aporte permanente a la sedimentación de valores patrióticos y morales en las nuevas generaciones; lugar sagrado que rinde homenaje perpetuo a José Martí.

La instalación se alza en el sitio que el régimen colonial enviaba a los cubanos acusados de infidencia: las canteras de San Lázaro , de las que aún hoy se conserva una parte; ese es el lugar donde el adolescente José Julián Martí , sufrió trabajos forzados, atenazado por un grillete al que estaban sujetas gruesas cadenas.

Testigo de toda la crueldad posible- afirma un sitio consultado-, le vistieron con el infame traje de  presidiario número 113; con apenas 17 años de edad, vive en carne propia la injusticia de un régimen oprobioso.

En la Fragua Martiana  quedó archivado un proyecto inicial de un monumento al patriota cubano en prisión: una figura en yeso hecha por el artista Teodoro Ramos Blanco uno de los más importantes escultores cubanos del siglo XX y máximo representante de la vanguardia en la escultura, junto a Sicre, Gelabert y Ernesto Navarro.

 El 29 de octubre del 2001 se retoma la idea de elaborar el citado monumento pero ya el  artista había fallecido en 1975.

Entonces se le encomendó realizarlo al destacado escultor José Villa Soberón. Este creador partió de la idea original, es decir reflejar a Martí encadenado como si estuviera trabajando en las canteras.

Soberón decidió hacer la estatua en bronce que es mucho más resistente al clima que la piedra y no levantarla sobre un pedestal, sino a la altura del piso, donde el público puede palparla y admirarla de cerca.

Para conformarla tuvo en cuenta la foto dedicada por Martí a su madre en la que aparece encadenado y con un sombrero en la mano izquierda y el boceto de yeso de Teodoro Ramos, y a estos elementos le agregó un pico en la diestra-afirman los  estudiosos de Martí-.

Las  salas de la Institución, se guardan con celo valiosas reliquias  del Héroe Nacional, como son el escritorio usado en Tampa, su revólver, la almohadilla de olor perteneciente a la  Niña de Guatemala, así como, documentos, entre éstos, un ejemplar del periódico Patria.

 Allí están también las canteras de San Lázaro , de las que aún hoy se conserva una parte; ese es el lugar donde José  Martí conoce  toda la crueldad del colonialismo español.

Para rescatar y preservar esa historia nace la Fragua, cuya creación se remonta al año 1938, cuando un grupo de martianos, encabezados por Gonzalo de Quesada y Miranda, hicieron un llamado a la nación para conservar parte de las canteras de San Lázaro y convertirla en un lugar sagrado para venerar al Apóstol de la Independencia de Cuba.

En 1953, la generación del centenario  encabezada por Fidel protagoniza por primera vez la Marcha de las Antorchas con lo cual se sella el compromiso de liberación de la Patria.

Tradición patriótica para las nuevas generaciones, el desfile se realiza cada año con un recorrido en el que participan cercano a la media noche del día 27 de enero decenas de estudiantes a quienes se suma el pueblo en el trayecto; comienza en la también histórica escalinata universitaria por toda la calle San Lázaro hasta la Fragua, Museo, centro comunitario y tribuna.

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