En las jornadas de trabajo de la IV Conferencia «La Nación y la Emigración» en La Habana, los participantes se pronunciaron contra el cruel e injusto bloqueo de los Estados Unidos hacia nuestro país.
Un tema que motivó el rechazo de varios de los delegados presentes, al valorar el cerco económico y financiero de los Estados Unidos hacia la mayor de las Antillas, como una violación de los derechos humanos del pueblo cubano.
En este sentido el Miembro del Buró Político y Ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla al pronunciar el discurso de inauguración, agradeció las incontables muestras de apoyo.
«Deseo reiterarles nuestro más profundo agradecimiento por los pronunciamientos y ayudas fraternas de nuestros compatriotas acompañados de ese amplio y universal movimiento de solidaridad», significó.
En su intervención expresó el agradecimiento por los donativos recibidos durante la etapa crítica de la Covid-19, que contribuían a garantizar los insumos necesarios para la campaña de vacunación por ejemplo, así como la ayuda enviada ante fenómenos epidemiológicos que nos han afectado.
«Nuestro gran desafío en política exterior, insistió, continua siendo la hostilidad de los gobiernos de los Estados Unidos y su empeño en negar nuestros derechos a la libre determinación y en dominar nuestra nación».
En esta línea resaltó como un elemento fundamental y determinante el bloqueo, «concebido originalmente y por decisión oficial del propio gobierno estadounidense para privarnos del dinero y suministros, reducir los recursos financieros y los salarios reales, así como provocar hambre y desesperación».
Una política que se reforzó aún más y sin precedentes tras la arbitraria asignación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, y algo extremadamente dañino con altos costos y limitaciones para las finanzas y el comercio.
De igual manera, en el encuentro en el Palacio de Convenciones se dialoga sobre notables temas relacionados con los vínculos entre Cuba con sus nacionales en el exterior y sus perspectivas, sobre la cultura y la identidad, sobre comunicación social y tecnologías y sobre el desarrollo socioeconómico y las inversiones, teniendo en cuenta la participación más activa de los cubanos residentes en el exterior en el panorama económico nacional.
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