Las aguas del Canal Sea Forest estaban en calma mientras la embarcación de canotaje de Cuba tomaba su posición en la línea de salida. Era el día esperado, la final del C2 a mil metros de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La tripulación cubana, conformada por Fernando Dayán Jorge y Serguey Torres puso proa, sin saberlo, a la gloria olímpica. Los canoístas se impulsaron con una fuerza impresionante, sincronizando sus movimientos con precisión milimétrica. Cortaban el agua con determinación, mientras el bote avanzaba “impulsado por 11 millones de cubanos”, como lo catagolara el narrador Renier González.
🔥El momento histórico del C-2 cubano🇨🇺al llevarse el titulo en los Juegos Olímpicos pic.twitter.com/UNp4YnYIZP
— Carlos Hernández Luján (@cvihdezlujan) August 3, 2021
A medida que recorrían los metros en aguas japonesas, la competencia se volvía cada vez más intensa. Equipos de diferentes países luchaban por el liderazgo, pero los cubanos mantenían un ritmo constante y una entrega incansable. Era evidente que esta carrera no sería una tarea fácil para ninguno de los participantes.
La historia del canotaje en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 había sido escrita con letras doradas. Los cubanos, a través de su coraje y trabajo en equipo, se habían ganado un lugar en la eternidad del deporte olímpico.
Uno de los protagonistas, Serguey Torres Madrigal, quien anunció recientemente su retiro del deporte activo, compartió en Haciendo Radio con el periodista Joel García vivencias de lo que fue su exitosa carrera deportiva.
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