Continuando con los sucesos ocurridos durante el asalto policial a la emisora Mil Diez pocos días antes del 1ro de mayo de 1948, en su libro La Radio en Cuba, de Oscar Luis López, él cuenta que una vez que los policías tomaron por la fuerza la emisora y destruyeron una gran parte de sus equipos y mobiliario, él (Oscar Luis) le dijo al Comandante Antonio Borges, jefe del entonces distrito Uno, que los cables que estaban arrancando con violencia eran de alto voltaje (esto o dijo con el fin de evitar mayores destrozos)
Pero la reacción del jefe policial no se hizo esperar cuando ordenó violentamente que apagara la emisora de inmediato a la vez que la apuntó con su arma al operador de audio. Lo cierto es que hicieron un registro destructor.
Cuenta Oscar Luis López que ellos tenían dos revólveres escondidos en la emisora, pero la esposa del compañero José Luis Pérez que había llegado junto a él al lugar de los acontecimientos, en medio de la confusión, logró localizar las armas y atárselas debajo de la falda por lo que logró sacarlas de la emisora en evitación de males mayores.
Poco después, llegaron dirigentes del Partido Socialista Popular.
La discusión fue violenta, y todos los que se encontraban en la emisora fueron expulsados del lugar. La policía tomó militarmente la emisora.
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