Cuenta la historia de Cuba que las primeras actividades económicas que desarrollaron los conquistadores españoles y colonizadores estuvieron dirigidas a la obtención de oro en la orilla de los ríos; pero el oro no era abundante en la Isla por lo que la actividad decayó a mediados del siglo XVI.
Cuba sufrió un proceso de despoblamiento, pues los españoles partían de nuestra isla hacia la conquista de otras tierras en el continente, por lo que el país perdió importancia como fuente de enriquecimiento, pero su posición geográfica la convertiría en la “llave del Nuevo Mundo”.
Los colonizadores que se asentaron definitivamente en Cuba se dedicaron a la ganadería y a la agricultura de subsistencia que permitía la alimentación propia y la de los tripulantes de los barcos que llegaban a puertos cubanos camino hacia otras colonias de España.
Por aquellos años del siglo XVI, la ganadería se convirtió en la segunda gran actividad productiva. El ganado servía para la obtención de carne, pero su mayor importancia estaba en sus aportes de cuero, material muy demandado para la exportación.
Lo cierto es que la ganadería no requería de gran cantidad de fuerza de trabajo, por lo que no era muy difícil mantenerla como actividad económica.
A su vez, el cultivo del tabaco, actividad que practicaban los habitantes originarios fue desarrollado por los españoles para su venta en Europa.
Por su parte, la caña de azúcar y su utilización industrial se inició más tarde, después de la introducción en Cuba de esta planta gramínea; sin embargo, su desarrollo fue más lento pues necesitaba abundante mano de obra, que con el paso de los años fue esclava.
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