Esta historia comienza el 17 de marzo de 2023, cuando este reportero hizo uso de una broma para iniciar una peculiar entrevista…
– ¿Me escuchas allá?
– Sí.
– A ver, te cuento. ¿Tú sabes de esa canción de reggaetón que anda dando vueltas por ahí, y que dice algo así como “Dura Magaly”?
– Anjá.
– Pues yo te voy a presentar ahora a dos trabajadoras acá de la EMCE (Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas), que, cuando acabe la entrevista, tú me dirás que si ellas no son también “Duras Magalys”
El chiste, más que una herramienta para romper el hielo, devino en leit motiv de la conversación.
Magaly Hernández Marquetti e Iris Ávila Mesa, no sólo son dos ingenieras en soldadura con una amplia experiencia en la reparación de complejas averías en Centrales Eléctricas, sino que tienen la tarea de rectorear esta especialidad en todo el país.
Ante la (para nada) inocente pregunta de ¿por qué una mujer soldadora?, Iris no tardó en contestar:
Porque nosotras las mujeres también somos capaces de soldar. Incluso, nosotras mantenemos mejor el pulso a la hora de soldar, y las uniones soldadas en una caldera son importantísimas…
Por su respuesta tal vez podría suponerse una especie de «guerra de sexos»… Sin embargo Magaly aclara que, si bien para ambas ha sido un reto dirigir casi 300 soladores y soldadoras, la clave está en el respeto y en la importancia del ejemplo…
Dirigimos hombres. Nosotras lo hacemos con mucho amor y damos también soluciones a problemas de recuperación de piezas tanto en los mantenimientos como en los talleres (…) hoy nos ves así, pero también estamos con overol y botas en la caldera, eso para nosotras es normal…
Cada día miles, millones de mujeres cubanas se enfrentan a los retos que impone la cotidianidad, pero también cargan con el peso de incomprensiones, trabas, actitudes machistas y el peso de pertenecer al mal llamado «sexo débil».
En más de un lustro de ejercicio periodístico y un cuarto de siglo de vida, este reportero ha tenido la oportunidad de tener delante a mujeres que, como diría el cantor, me han estremecido.
Mujeres que crean, que aman, que sueñan, que construyen un país mejor para todos y todas.
Mis entrevistadas de hace casi un año, demuestran que no hay imposibles cuando con tesón, profesionalidad, abnegación y empeño se enfrentan a complejas tareas.
Ya sea en la caldera de una termoeléctrica, en un centro de investigaciones, en el deporte, la cultura, una escuela o en casa, al cuidado de los suyos; en Cuba hay muchas Magalys, muchas mujeres que bien merecen el popular apelativo de ser «duras».
Escuche además la versión sonora de este trabajo…